“Las almas necesitan ser tocadas con ciertas caricias divinas y el tiempo apremia. ¡No temáis nada! ¡Yo soy vuestro Padre! Yo os ayudaré en vuestros esfuerzos y en vuestro trabajo” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
El tiempo apremia y los hombres han de enterarse del amor que Dios les tiene. Cada día que pasa sin que las personas vivan en la dichosa certeza de saberse amadas por Dios, es un día que carece de lo esencial.