“¡Ten confianza y serenidad! Nada sucede sin mi voluntad, e incluso aquello que permito que suceda está sujeto a mi guía” (Palabra interior).
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Serie sobre las carencias de libertad – Parte I: “El miedo”
Quien conozca mis meditaciones diarias, notará que procuro ofrecer una ayuda para profundizar en el camino de seguimiento de Cristo, basándome en la Sagrada Escritura y en la auténtica doctrina de la Iglesia. En ocasiones, interrumpo el ritmo habitual de las meditaciones bíblicas para abordar en forma de “serie” algún tema que considero importante. De esta manera, se pueden tratar más a profundidad ciertos temas relacionados con la vida espiritual.
UN POEMA PARA EL REY
“Me brota del corazón un poema bello, recito mis versos a un rey” (Sal 44,2).
LOS DESIGNIOS DEL SEÑOR PREVALECEN
“El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor” (Prov 19,21).
Verdadero y falso celo
Gal 1,13-24
Seguramente habéis oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo, cuán encarnizadamente perseguía a la iglesia de Dios para destruirla, y cómo superaba en el judaísmo a muchos compatriotas de mi generación, aventajándoles en el celo por las tradiciones de mis antepasados. Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que lo anunciase entre los gentiles, al punto, sin pedir consejo a hombre alguno, ni subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde volví a Damasco.
SÉ FIEL HASTA LA MUERTE
“Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap 2,10).
La gran oración
En la meditación de hoy, quisiera hablar nuevamente sobre el Santo Rosario, puesto que en este día celebramos la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario y todo el mes de octubre suele ser considerado como el “mes del Rosario”.
El Santo Rosario, llamado también el “salterio de la Virgen María”, es una de las oraciones más conocidas y queridas en la Iglesia Católica. En diversas apariciones, la Virgen pide con insistencia que se lo rece, y existen extraordinarios testimonios sobre su eficacia.
El hombre y la mujer
Gen 2,18-25
Se dijo luego Yahvé Dios: “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.” Y Yahvé Dios modeló del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada. Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, que se durmió. Le quitó una de las costillas y rellenó el vacío con carne. De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.
LOS OJOS FIJOS EN EL SEÑOR
“Como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro” (Sal 122,2).
VIVE PARA MÍ
“Vive para mí y haré tu vida fecunda para muchas personas” (Palabra interior).