“El amor por mis criaturas es tan grande, que no experimento ninguna alegría como la de estar en medio de los hombres.” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio)
En un principio, ciertamente estas palabras nos resultan sorprendentes. Si no permanecemos con los ojos cerrados frente a nuestra propia miseria y nos conocemos un poco a nosotros mismos y a otras personas, si echamos una ojeada a la historia y escuchamos los relatos de la Sagrada Escritura, fácilmente surgirá en nosotros la pregunta: “Señor, ¿qué es lo que encuentras en nosotros para que te complazca tanto estar en medio nuestro?”