MEDITACIONES DE NAVIDAD (7/8): Tu luz ahuyentará las tinieblas

Amado Niño, ya casi hemos llegado al final de estas meditaciones de Navidad, y también el año está a punto de culminar.

Amado Señor, ha sido un año tan extraño e incluso absurdo para muchas personas… ¿A quién podrán dirigirse si no a Ti, que incluso en tiempos tan confusos estás presente, y quizá de forma especial cuando ves la necesidad y angustia de las personas?

leer más

MEDITACIONES DE NAVIDAD (6/8): Nada podrá separarnos de Tu amor

Apenas habías llegado al mundo, oh Divino Niño, cuando Tus padres tuvieron que huir contigo a Egipto. Es admirable la obediencia de Tu padre adoptivo, San José, al partir de inmediato en cuanto hubo recibido esta orden en un sueño (Mt 2,13-14).

El esfuerzo, las fatigas y adversidades, el sufrimiento y la muerte caracterizan este mundo como consecuencia del pecado, y estaríamos para siempre perdidos si no fuera porque Tú viniste a nosotros y nos trajiste la luz de la esperanza.

leer más

MEDITACIONES DE NAVIDAD (5/8): Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu Pueblo Israel

Como judíos fieles a la Ley del Señor, a los ocho días de Tu Nacimiento Tus padres te circuncidaron y te pusieron el nombre de Jesús, el Salvador (Lc 2,21).

Cuando, cuarenta días después, te llevaron al Templo para presentarte al Señor, te encontraste con Simeón, uno de los fieles de Tu Pueblo (Lc 2,22-25). El Espíritu Santo le había revelado que no moriría antes de haberte visto. ¡Y así sucedió! Lleno del Espíritu Santo y tomándote en Sus brazos, pronunció sobre Ti aquellas inolvidables palabras:

leer más

MEDITACIONES DE NAVIDAD (3/8): Mi corazón quiero entregarte

Tú quisiste escoger personas sencillas: eran pastores (Lc 2,8-20). Tú, Amado Niño, amas la sencillez. En un corazón sencillo Tú puedes entrar más fácilmente.

Y Tú también nos haces sencillos. No hace falta saberlo todo de inmediato. Más importante es dejar arder Tu amor en nosotros y apresurarnos como los pastores a transmitir la Buena Nueva.

leer más

La obediencia de la fe

Rom 16,25-27

Gloria al que tiene el poder de confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio oculto por los siglos eternos, pero ahora manifestado a través de las Escrituras proféticas conforme al designio del Dios eterno, dado a conocer a todos los gentiles para la obediencia de la fe. ¡A Dios, el único sabio, a Él la gloria por medio de Jesucristo por los siglos de los siglos! Amén.

leer más