“¡Quédate conmigo; Yo te amo! – ¡Quédate conmigo; Yo te guardo! – ¡Quédate conmigo, Yo te guío! ¡Yo soy tu Padre!” (Palabra interior).
Una vez más, se nos invita a permanecer con nuestro Padre. Él quiere tomar las riendas de nuestra vida. Estar bajo su guía significa seguir concretamente sus indicaciones en la vida cotidiana, encontrar el “hilo de oro” y actuar así de acuerdo a su proyecto en la más íntima unión con Él.