“También quisiera que tus superiores te permitan emplear tus momentos libres para conversar conmigo, y que puedas dedicar media hora al día para consolarme y amarme” (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Estas palabras que el Padre dirige a Sor Eugenia se extienden a todos los hombres. El Padre quiere que le dediquemos un tiempo que sea reservado exclusivamente para Él, para cultivar una amistad íntima con Él.