“Todavía pensáis demasiado en pequeño de mi bondad y mi amor” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Podemos interpretar estas palabras de nuestro Padre Celestial de varias maneras. Por una parte, es una afirmación que nos trae a la memoria las frecuentes exhortaciones de Jesús a sus discípulos por su falta de fe (cf. p.ej. Mt 16,9). Ciertamente nuestro Padre quiere hacernos entender que su bondad y su amor son inconmensurables, y que le apena mucho que aún no los conozcamos lo suficiente. Sabemos que Él quiere darnos todo en abundancia –más aún, en sobreabundancia–, y que somos nosotros quienes ponemos límites si aún no confiamos suficientemente en Dios, para que su amor se derrame sobre nosotros.