Cuando tenía ya lista la meditación para este día, y estaba a punto de hacer la grabación, me di cuenta de que había tomado la lectura bíblica equivocada. Así que me pregunté qué haría ahora… Entonces recordé las preguntas que, de tiempo a tiempo, respondo a través de este medio. Había una que me pareció apropiada para tematizarla, porque podría ser de interés común. Entonces, dice así la pregunta:
La importancia del llamado
Mt 19,27-29
Lectura correspondiente a la memoria de Santa Clara
En aquel tiempo, Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: “Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué recibiremos, pues?” Jesús les dijo: “Os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna.”
Despreciar la propia vida
Jn 12,24-26
Lectura correspondiente a la fiesta de San Lorenzo
“En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, allí queda, él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.”
Celo apostólico
Rom 9,1-5
Cristo es testigo de que digo la verdad, y de que no miento –además me lo dice mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo–: siento una gran tristeza y un dolor incesante en el corazón. Pues desearía ser yo mismo maldito, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la carne. Son israelitas; ellos disfrutaron de la adopción filial, de la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas y los patriarcas; de ellos también procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
La sencillez en el anuncio
1Cor 2,1-10
Lectura correspondiente a la memoria de Santo Domingo de Guzmán
Y yo, hermanos, cuando vine a vosotros, no vine a anunciaros el misterio de Dios con elocuencia o sabiduría sublimes, pues no me he preciado de saber otra cosa entre vosotros sino a Jesucristo, y a éste, crucificado. Y me he presentado ante vosotros débil, y con temor y mucho temblor, y mi mensaje y mi predicación no se han basado en palabras persuasivas de sabiduría, sino en la manifestación del Espíritu y del poder, para que vuestra fe no se fundamente en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios.
Fiesta de Dios Padre
Hoy, en este día en que celebramos la Fiesta en honor a nuestro Padre Celestial, queremos simplemente meditar algunos versículos de la Palabra de Dios, acompañados en el fondo por música sacra. Al final de esta meditación, encuentran una oración, que podría ser nuestra respuesta a Dios Padre después de todo lo que hemos escuchado en el “Mensaje del Padre”. Con mucho gusto pueden también compartir dicha oración con otras personas.
Síntesis – Meditaciones sobre el Mensaje del Padre (Parte 38)
Hemos llegado al final de estas meditaciones sobre el “Mensaje del Padre”, y realmente espero que las palabras de nuestro Padre Celestial, junto con las respectivas reflexiones, hayan ayudado a mostrarnos con mayor claridad el amor que el Padre nos tiene, y que nos inviten a corresponder a este amor.
No hay nada más importante que cumplir a plenitud el primer mandamiento, y para ello necesitamos del amor de nuestro Padre; ese amor que nos ofrece con tanta abundancia, por no decir prodigalidad.
Nuestro corazón como lugar de reposo para Dios – Meditaciones sobre el Mensaje del Padre (Parte 37)
En el texto que hoy escucharemos del “Mensaje del Padre”, nuestro Padre Celestial expresa un profundo deseo, al cual yo quisiera unirme. De hecho, esta serie de 39 meditaciones sobre esta Revelación del Padre a Sor Eugenia tienen un objetivo esencial: encontrar corazones en los cuales Dios, nuestro Padre, pueda morar, sintiéndose en casa en ellos. leer más
Verdaderos hijos de Dios – Meditaciones sobre el Mensaje del Padre (Parte 36)
En la meditación de ayer, habíamos reflexionado acerca de la verdadera paz y la verdadera libertad, que son un regalo de Dios y que sólo podremos alcanzar al vivir conforme a Sus mandamientos. Las palabras del Padre nos dejaron muy en claro que, sólo al estar en Su Ley, podremos vivir el sentido de nuestra existencia y no caer en contradicción con Dios y con nosotros mismos. leer más
Verdadera paz y verdadera libertad – Meditaciones sobre el Mensaje del Padre (Parte 35)
¡Cuán grande es el anhelo de vivir en paz! Sin embargo, la paz en sí misma no basta; sino que debe ser una paz verdadera para que sea estable. Sin hacer de menos los serios esfuerzos por alcanzar la paz, hemos de saber que se trata de algo más, porque la verdadera paz procede exclusivamente de Dios, así como también todo lo demás que nos es dado a los hombres. leer más