NOVENA A DIOS PADRE | Día 9: “Al servicio del amor del Padre”

Esta novena que hoy culminamos tenía como objetivo mostrarnos más de cerca el amor del Padre, para que podamos experimentarlo como fuente de nuestra alegría. Durante estos nueve días, hemos sido invitados a profundizar nuestra confianza en Dios, a glorificarlo y a amarlo, entrando en una íntima amistad con Él.

La dicha de Dios es estar en medio de nosotros, los hombres. Y esto cuenta para cada persona en particular.

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NOVENA A DIOS PADRE | Día 1: “Dios es amor”

A lo largo de los próximos 9 días, escucharemos breves meditaciones sobre nuestro Padre del cielo, intercaladas con cantos en su honor. Algunos fieles católicos celebran cada 7 de agosto una Fiesta en honor del Padre Celestial, el Padre de toda la humanidad. Esta fiesta se remonta a una petición que Él mismo expresó a la Madre Eugenia Ravasio en el año 1932. Esta revelación privada fue cautelosamente examinada y aprobada por el obispo local de la diócesis donde sucedieron los acontecimientos. Yo mismo también me topé hace varios años con este mensaje y me pareció muy valioso, pues me ayudó a profundizar mi relación con Dios Padre.

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“La doncella de Orléans – Parte 6: El ejército del Cordero

 

En la meditación de ayer, terminamos con la firme certeza de que Santa Juana de Arco, junto con toda la Iglesia Celestial, se apresurará a reunir un ejército espiritual para luchar conscientemente contra las amenazas anticristianas inmanentes y ya existentes. Me gusta llamarlo “el ejército del Cordero”.

El solo término ya deja en claro que se trata de la “Esposa de Cristo”. Es el ejército del Rey del cielo y de la tierra y sus guerreros son aquellos “que siguen al Cordero a dondequiera que vaya” (Ap 14,4).

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La doncella de Orléans – Parte 5: Santa Juana de Arco y la amenaza anticristiana

Una de nuestras grandes intenciones es que la figura y la misión de Santa Juana de Arco sean correctamente entendidas, para que Dios, que la llamó, reciba la alabanza que le es debida, y ella, que cooperó en su plan de salvación, sea honrada como merece. Juana de Arco es un gran don del Señor y es ciertamente una de las criaturas más encantadoras salidas de la mano de Dios.

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La doncella de Orléans – Parte 4: Epílogo

 

Las últimas tres meditaciones, se las hemos dedicado a Santa Juana de Arco. Nosotros, como comunidad, rezamos cada día pidiendo que se nos conceda comprender aún mejor su misión y que su honor sea plenamente restituido.

¿Por qué pedimos eso? Muchas veces Santa Juana no ha sido comprendida adecuadamente. No se podía imaginar que Dios intervendría de esta forma en el curso de la historia, y que, a través de una jovencita, podría dar un giro tal a la situación de guerra. Muchas veces, sigue en pie hasta hoy esta incomprensión…

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“La doncella de Orléans” – Parte 1: El llamado

A partir de hoy, saldremos por algunos días del marco habitual de nuestras meditaciones diarias sobre la Palabra de Dios. Puesto que en este año la Solemnidad del Corpus Christi cayó en el día 30 de mayo, en que normalmente se celebra la memoria de Santa Juana de Arco, queremos dedicar las meditaciones de los próximos días a contar la historia de esta extraordinaria santa. La “doncella de Orléans” es patrona de nuestra comunidad y desde hace muchos años nos acompaña en nuestro camino con el Señor. Nos gusta llamarla nuestra “hermana predilecta”.

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Novena de Pentecostés – Día 9: “El Esposo de las almas”

Si en las últimas meditaciones hemos llegado a conocer y amar al Espíritu Santo como Amigo y Custodio de nuestras almas, queremos hoy contemplarlo como el Esposo de nuestra alma.

Todas las expresiones del amor en el ámbito humano tienen su punto de partida en Dios mismo. Así, podemos hacer esa bella comparación, considerando al Espíritu Santo como el Esposo que corteja nuestra alma.

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Novena de Pentecostés – Día 8: “El custodio de nuestras almas”

Una vez que le hayamos abierto las puertas al Espíritu Santo para que desplieguen en nosotros sus dones, llegaremos a conocerlo como el “Custodio de nuestras almas”. También podríamos llamarlo el “Guardián del tesoro”, porque, en efecto, nuestra alma es el gran tesoro que nuestro Padre nos ha confiado, que el Cordero de Dios ha comprado con su sangre para liberarlo del cautiverio (1Pe 1,18-19) y que el Espíritu Santo quiere iluminar y hacer florecer con gran poder.

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