“LA MAYOR DICHA”

 

«La mayor dicha en la vida es la convicción de saberse amado» (Santo Domingo de Guzmán).

Todos los hombres podrían tener parte en esta dicha, aun si sus circunstancias de vida son difíciles. Realmente es así, pues Dios ama a todos los hombres. En esta certeza radica la mayor dicha para toda criatura. Nadie está excluido de ella, y nuestro Padre Celestial invita a todos los hombres a conocer su amor y a vivir en él.

leer más

“GUIADOS POR EL SEÑOR”

«Ve a lo profundo y sumérgete una y otra vez en mí. Entonces encontrarás la guía interior que precisas» (Palabra interior).

Nuestro Padre nunca nos dejará sin su guía. Puede manifestárnosla de diversas maneras. En la frase de hoy, Dios nos exhorta a entrar en nuestro interior. Cuando le buscamos y lo percibimos en nuestra alma, cuando nos sumergimos en Él y permanecemos allí, se lo ponemos fácil a nuestro Padre comunicarnos su Voluntad. Las diversas influencias y distracciones de afuera disminuyen. Cuanto más hayamos aprendido a distinguir la voz de Dios que susurra a nuestro interior de los impulsos de nuestra naturaleza o incluso del lado oscuro, tanto más fácil nos resultará comprender sus indicaciones.

leer más

“UNA SOLA PALABRA DE GRATITUD”

«Si la palabra ‘gracias’ fuera la única oración que pronunciaras, sería suficiente» (Maestro Eckhart).

Podríamos vernos tentados a pensar que tales afirmaciones facilitan demasiado la salvación de los hombres. Pero recordemos también las palabras de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio, en las que dice que la persona que una sola vez le invoque sinceramente con el nombre de «Padre» no se condenará. Esto nos da una gran esperanza para la salvación de las almas, cimentada en la voluntad salvífica de Dios.

leer más

“TODO POR ORDEN DE DIOS”

«Todo lo que he hecho ha sido por orden de nuestro Señor. No he hecho nada en el mundo sino por encargo de Dios» (Santa Juana de Arco).

En el siglo XV, Santa Juana de Arco pudo pronunciar estas maravillosas palabras ante el tribunal de Rouen que quería condenarla como bruja para complacer a los enemigos de la monarquía francesa de aquella época.

Pero, desde el punto de vista espiritual, no consiguieron lo que pretendían. Aunque dictaron una sentencia falsa e inválida que llevó a que el cuerpo de Juana fuera quemado en la hoguera, nunca pudieron dañar la pureza de su alma.

leer más

“TORRENTES DE BONDAD DEL CORAZÓN DEL PADRE”

«Sólo tenéis que seguir las mociones del Espíritu Santo y entonces podrá hacerse realidad todo lo que mi bondad paternal ha proyectado» (Palabra interior).

El Padre y el Hijo nos han enviado al mejor Maestro interior, que nos guía a salvo por esta vida, nos moldea a imagen de Dios y hace fecunda nuestra vida, siempre que sigamos sus indicaciones: es el Espíritu Santo.

leer más

“TE ESTOY ESPERANDO EN LA ETERNIDAD”  

«Te estoy esperando en la eternidad» (Palabra interior).

¿Podríamos escuchar una expresión más hermosa del amor que nuestro Padre nos tiene? Qué maravilloso es para nosotros en el plano humano cuando alguien nos espera simplemente por amor, no porque quiera algo de nosotros, sino porque se complace en tenernos cerca. También es un deleite cuando nos lo manifiesta expresamente.

leer más

“LAS VIRTUDES MORALES”

 

«No se debe creer que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo puedan penetrar en una persona que no practica la virtud» (Juan Taulero).

Se denomina “virtudes morales” a aquellas que ordenan nuestra conducta de tal manera que sea agradable a Dios. Todas las virtudes cristianas son de este tipo. Las virtudes morales se distinguen de las teologales principalmente en que el objeto inmediato de las primeras no es Dios mismo, sino nuestro comportamiento moral y el cumplimiento de los deberes que la Ley Divina nos impone, ya sea que éstos se refieran directamente a Dios, al prójimo o a nosotros mismos. Se habla de virtudes cristianas adquiridas cuando esa capacidad sobrenatural de hacer el bien se ha convertido en un buen hábito, de modo que la practicamos con cierta facilidad.

leer más

“LAS VIRTUDES MORALES”

 

«No se debe creer que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo puedan penetrar en una persona que no practica la virtud» (Juan Taulero).

Se denomina “virtudes morales” a aquellas que ordenan nuestra conducta de tal manera que sea agradable a Dios. Todas las virtudes cristianas son de este tipo. Las virtudes morales se distinguen de las teologales principalmente en que el objeto inmediato de las primeras no es Dios mismo, sino nuestro comportamiento moral y el cumplimiento de los deberes que la Ley Divina nos impone, ya sea que éstos se refieran directamente a Dios, al prójimo o a nosotros mismos. Se habla de virtudes cristianas adquiridas cuando esa capacidad sobrenatural de hacer el bien se ha convertido en un buen hábito, de modo que la practicamos con cierta facilidad.

leer más

“LAS VIRTUDES TEOLOGALES (I)”

«No se debe creer que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo puedan penetrar en una persona que no practica la virtud» (Juan Taulero).

La inhabitación de Dios en nuestra alma tiene condiciones. La primera es que vivamos en estado de gracia y permanezcamos vigilantes para no perderlo, y que acudamos inmediatamente al Trono de la Gracia en caso de que cayéramos, para reconciliarnos con nuestro Padre.

leer más