“Padre nuestro, que estás en el cielo” (Mt 6,9).
La sugerencia de un hermano y la costumbre de arrodillarse durante la oración del Padrenuestro en la Liturgia de las Horas del Tiempo Cuaresmal me han impulsado a hacer una serie de meditaciones sobre esta oración, deteniéndome en cada una de sus afirmaciones y situándolas en contexto con el Mensaje de Dios Padre a sor Eugenia.