Bienaventurados los limpios de corazón

Mt 5,1-12

En aquel tiempo, al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos; y abriendo su boca les enseñaba diciendo: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados. Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. 

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Acusaciones contra Jesús

Mc 3,20-35

En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos; y se volvió a juntar la muchedumbre, de manera que no podían ni siquiera comer. Se enteraron sus parientes y fueron a llevárselo porque decían que había perdido el juicio. Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: “Tiene a Beelzebul, y expulsa los demonios por el príncipe de los demonios.” Y convocándolos les decía con parábolas: “¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido en su interior, ese reino no puede sostenerse; y si una casa está dividida en su interior, esa casa no podrá sostenerse. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, entonces se encuentra dividido y no puede sostenerse, sino que ha llegado su fin. Pues nadie puede entrar en la casa de uno que es fuerte y arrebatarle sus bienes, si antes no ata al que es fuerte. Sólo entonces podrá arrebatarle su casa. 

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 Fiesta del Inmaculado Corazón de María: «Su madre conservaba todo esto en su corazón”

Lc 2,41-51

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la fiesta. Pasados aquellos días, ellos regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtieran. Creyendo que estaría en la caravana, y tras hacer un día de camino, lo buscaron entre los parientes y conocidos. Pero, al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

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El Corazón de Dios

 

Os 11,1.3-4.8c-9

Así dice el Señor: “Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Yo enseñé a andar a Efraín, tomándole por los brazos, pero no sabían que yo los cuidaba. Los atraía con cuerdas humanas, con lazos de amor; yo era para ellos como el que alza el yugo de la cerviz, me incliné y le di de comer. Mi corazón se conmueve dentro de mí; se enciende toda mi compasión. No ejecutaré el furor de mi ira, no volveré a destruir a Efraín, porque Yo soy Dios, y no hombre; el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.”

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“La doncella de Orléans – Parte 6: El ejército del Cordero

 

En la meditación de ayer, terminamos con la firme certeza de que Santa Juana de Arco, junto con toda la Iglesia Celestial, se apresurará a reunir un ejército espiritual para luchar conscientemente contra las amenazas anticristianas inmanentes y ya existentes. Me gusta llamarlo “el ejército del Cordero”.

El solo término ya deja en claro que se trata de la “Esposa de Cristo”. Es el ejército del Rey del cielo y de la tierra y sus guerreros son aquellos “que siguen al Cordero a dondequiera que vaya” (Ap 14,4).

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La doncella de Orléans – Parte 5: Santa Juana de Arco y la amenaza anticristiana

Una de nuestras grandes intenciones es que la figura y la misión de Santa Juana de Arco sean correctamente entendidas, para que Dios, que la llamó, reciba la alabanza que le es debida, y ella, que cooperó en su plan de salvación, sea honrada como merece. Juana de Arco es un gran don del Señor y es ciertamente una de las criaturas más encantadoras salidas de la mano de Dios.

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La doncella de Orléans – Parte 4: Epílogo

 

Las últimas tres meditaciones, se las hemos dedicado a Santa Juana de Arco. Nosotros, como comunidad, rezamos cada día pidiendo que se nos conceda comprender aún mejor su misión y que su honor sea plenamente restituido.

¿Por qué pedimos eso? Muchas veces Santa Juana no ha sido comprendida adecuadamente. No se podía imaginar que Dios intervendría de esta forma en el curso de la historia, y que, a través de una jovencita, podría dar un giro tal a la situación de guerra. Muchas veces, sigue en pie hasta hoy esta incomprensión…

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“La doncella de Orléans” – Parte 1: El llamado

A partir de hoy, saldremos por algunos días del marco habitual de nuestras meditaciones diarias sobre la Palabra de Dios. Puesto que en este año la Solemnidad del Corpus Christi cayó en el día 30 de mayo, en que normalmente se celebra la memoria de Santa Juana de Arco, queremos dedicar las meditaciones de los próximos días a contar la historia de esta extraordinaria santa. La “doncella de Orléans” es patrona de nuestra comunidad y desde hace muchos años nos acompaña en nuestro camino con el Señor. Nos gusta llamarla nuestra “hermana predilecta”.

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