«Dios dice: ‘Yo soy Padre, esposo, familia, alimento, vestido, raíz, cimiento… ¡Todo lo que quieras, soy para ti! También seré tu servidor, pues no he venido para ser servido, sino para servir. También soy tu amigo, miembro, cabeza, hermano, hermana y madre; lo soy todo. ¡Sólo tienes que confiar en mí!» (San Juan Crisóstomo).
En nuestro Padre encontramos todas las expresiones posibles del verdadero amor, de modo que Él lo es todo y puede convertirse en nuestro todo. Santa Teresa de Ávila lo expresa en pocas palabras: «Solo Dios basta».