“Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo” (Sal 26,3).
“Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo” (Sal 26,3).
“Mi alegría al estar entre vosotros no es menor a la que experimentaba cuando estaba junto a mi Hijo Jesús durante su vida terrenal” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
“Nada es imposible para mí, y cuando encuentro un corazón abierto, quiero entregarle todo” (Palabra interior).
“El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios” (Sal 49,23).
“Mi luz ahuyenta toda oscuridad, hasta el punto de que te duela haber tenido aún el más mínimo pensamiento equivocado” (Palabra interior).
“Deléitate en el Señor,
y él te dará lo que pide tu corazón” (Sal 36,4). leer más
“En ti está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz” (Sal 36,10). leer más