«Sólo tenéis que seguir las mociones del Espíritu Santo y entonces podrá hacerse realidad todo lo que mi bondad paternal ha proyectado» (Palabra interior).
El Padre y el Hijo nos han enviado al mejor Maestro interior, que nos guía a salvo por esta vida, nos moldea a imagen de Dios y hace fecunda nuestra vida, siempre que sigamos sus indicaciones: es el Espíritu Santo.