Al día siguiente se levantó [Pedro] y partió con ellos. Les acompañaban algunos hermanos de Jope. Entró en Cesarea al otro día. Cornelio, después de haber reunido a sus parientes y amigos más íntimos, les estaba esperando. En el momento en que entraba Pedro, salió Cornelio a su encuentro y cayó postrado a sus pies. Pero Pedro le incorporó diciendo: “Levántate, que también yo soy un simple hombre”. Y conversando con él pasó adentro y encontró a muchas personas reunidas. Y les dijo: “Vosotros sabéis que está prohibido para un judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero Dios me ha enseñado a no llamar profano a ningún hombre. Por eso he venido sin vacilación en cuanto me habéis llamado. Ahora os pregunto por qué motivo me habéis mandado llamar”.
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EL AMOR DE DIOS ES INQUEBRANTABLE
«Sólo tenéis que amarme y honrarme, para que no seáis juzgados; o, a lo sumo, os juzgaría con un amor infinitamente misericordioso. ¡No lo dudéis! Si mi Corazón no fuera así, ya habría exterminado el mundo con cada pecado que se hubiera cometido» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
EL RECUERDO DE DIOS
«Para que, a pesar de todo, se acordaran de Dios, su Padre, y de su único deseo de salvarlos, le di a Moisés mis Mandamientos, para que, al guardarlos, pudiesen recordar al Padre infinitamente bueno, que sólo se preocupa por su salvación presente y eterna» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Los mandamientos del Señor… ¡Cuán importante es su cumplimiento hasta el día de hoy, pues no son sino expresión de su bondad paternal! ¡Cuánta destrucción provoca su transgresión en todos los sentidos! leer más
EL RECUERDO DE DIOS
«Para que, a pesar de todo, se acordaran de Dios, su Padre, y de su único deseo de salvarlos, le di a Moisés mis Mandamientos, para que, al guardarlos, pudiesen recordar al Padre infinitamente bueno, que sólo se preocupa por su salvación presente y eterna» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio). leer más
HECHOS DE LOS APÓSTOLES (Hch 10,1-8): “La visión de Pedro y Cornelio”
Un hombre de Cesarea llamado Cornelio, centurión de la cohorte denominada Itálica, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios sin cesar, vio claramente en una visión, hacia la hora nona del día, al ángel de Dios que llegaba hasta él y le decía: “¡Cornelio!” Él le miró fijamente y, sobrecogido de temor, dijo: “¿Qué pasa, señor?” Y le respondió: “Tus oraciones y limosnas han subido como memorial ante la presencia del Señor. Envía ahora unos hombres a Jope y haz venir a un tal Simón, de sobrenombre Pedro, que se hospeda en casa de otro Simón, curtidor, que vive junto al mar”. En cuanto se retiró el ángel que le hablaba, llamó a dos criados y a un soldado piadoso de los que estaban a sus órdenes, les refirió todo y los envió a Jope.
HECHOS DE LOS APÓSTOLES (Hch 9,26-35): “Segunda huida de Pablo y viaje apostólico de Pedro”
Cuando [Pablo] llegó a Jerusalén intentaba unirse a los discípulos; pero todos le temían, porque no creían que fuera discípulo. Sin embargo, Bernabé se lo llevó con él, lo condujo a los apóstoles y les contó cómo en el camino había visto al Señor, y que le había hablado, y cómo en Damasco había predicado abiertamente en el nombre de Jesús. Entonces andaba con ellos por Jerusalén, predicando valientemente en el nombre del Señor. Hablaba también y discutía con los helenistas; pero éstos intentaban matarle. Cuando los hermanos lo supieron, lo llevaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso. leer más
DIOS BUSCA AMIGOS
«Para vivir entre los hombres que yo mismo había creado, escogí en el Antiguo Testamento a los profetas, a quienes comunicaba mis deseos, mis penas y mis alegrías, para que ellos las transmitieran a todos» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio). leer más
NUESTRO PADRE NOS AMA MÁS QUE A SÍ MISMO
«Finalmente, la creación del hombre… ¡Me complací en Mi obra! Luego el hombre cometió el pecado, pero precisamente entonces se manifiesta mi infinita bondad» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Al ser omnisciente, nuestro Padre sabía que el hombre se separaría de él por el pecado. Sin embargo, su amor no permitió que ese conocimiento fuera un impedimento para crear al hombre y complacerse en su obra. Dios respondió al pecado del hombre con una bondad mayor aún y nos allanó el camino de la salvación. Todos los que seguimos a su Hijo Jesucristo conocemos este camino y, en él, podemos comprender cada vez más profundamente el amor de nuestro Padre.
HECHOS DE LOS APÓSTOLES (Hch 9,17-25): “Saulo recupera la vista y anuncia a Jesús”
Marchó Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo: “Saulo, hermano, me ha enviado el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y te llenes del Espíritu Santo.” Al instante cayeron de sus ojos una especie de escamas y recobró la vista; se levantó y fue bautizado, y tomando algo de comer recuperó las fuerzas. Estuvo algunos días con los discípulos que había en Damasco, y enseguida empezó a predicar a Jesús en las sinagogas: “Éste es el Hijo de Dios.” Todos los que le oían se asombraban y decían: “¿Pero no es éste el que atacaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y que vino aquí para llevarlos detenidos ante los príncipes de los sacerdotes?” Saulo cobraba cada vez más fuerza y desconcertaba a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que Jesús es el Cristo. leer más
CREADOS A IMAGEN DE DIOS
«Yo soy el Eterno, y cuando vivía solo ya había resuelto desplegar toda mi Omnipotencia para crear seres a mi imagen» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Así que, desde tiempos inmemoriales, los hombres hemos estado en el plan de amor de nuestro Padre Celestial. La certeza de que Él ha pensado en nosotros desde siempre nos eleva por encima del curso habitual del tiempo. Esto se aplica a cada vida que nace de la bondad de nuestro Padre. Es aceptada, es querida, es llamada a la existencia porque así lo quiso nuestro Padre desde siempre y le preparó todo lo necesario. Con infinita sabiduría y cuidado, previó todo aquello que necesitaríamos para vivir. Así lo expresa en el Mensaje a la Madre Eugenia:
