CARTA A LOS ROMANOS (Rom 4,13-17): El padre de todos los creyentes  

Rom 4,13-17

En efecto, la promesa de ser heredero del mundo no se hizo a Abrahán o a su descendencia por medio de la Ley, sino por medio de la justicia de la fe. Pues si los herederos son los que proceden de la Ley, queda anulada la fe y abolida la promesa. De hecho, la Ley produce la ira; en cambio, donde no hay Ley no hay transgresión. Y por tanto, la promesa viene de la fe, para que, en virtud de la gracia, sea firme la promesa para toda la descendencia: no sólo para los que proceden de la Ley, sino también para los que proceden de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros -conforme está escrito: Te he constituido padre de muchos pueblos-, delante de Aquel a quien creyó, Dios, que da la vida a los muertos y llama a las cosas que no existen como si ya existieran. leer más

“ME AFERRO A TI”

 

«No te fijes tanto en tus debilidades y limitaciones; sino en mí, que te he llamado y me aferro a ti, pase lo que pase» (Palabra interior).

En nuestro camino de seguimiento de Cristo, fácilmente caemos en la tentación de fijarnos demasiado en nuestras debilidades. Es el extremo opuesto del peligro de no reconocerlas en absoluto o de fijarnos solo en las faltas de los demás.

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