«Sin la gracia de Dios, no podría hacer nada» (Santa Juana de Arco).
Santa Juana de Arco expresa una verdad fundamental de manera muy sencilla. Ella sabe que depende de Dios en todo. Sin embargo, esta dependencia no tiene la connotación negativa que solemos asociar a este término cuando nos referimos a una situación que nos priva de nuestra libertad. Esto nunca sucede con nuestro Padre Celestial, ya que la dependencia de Él es la realización más profunda de nuestro ser. Por ello, conviene hacer énfasis en el cuidado amoroso de Dios, del que dependemos. En efecto, es así.