«La mayor dicha en la vida es la convicción de saberse amado» (Santo Domingo de Guzmán).
Todos los hombres podrían tener parte en esta dicha, aun si sus circunstancias de vida son difíciles. Realmente es así, pues Dios ama a todos los hombres. En esta certeza radica la mayor dicha para toda criatura. Nadie está excluido de ella, y nuestro Padre Celestial invita a todos los hombres a conocer su amor y a vivir en él.