“El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su Nombre es santo” (Lc 1,49).
Jn 1,19-34
Éste es el testimonio de Juan, cuando desde Jerusalén los judíos le enviaron sacerdotes y levitas para que le preguntaran: “¿Tú quién eres?”. Entonces él confesó la verdad y no la negó, y declaró: “Yo no soy el Cristo”. Y le preguntaron: “¿Quién, pues? ¿Eres tú Elías?” Y dijo: “No lo soy”. “¿Eres tú el Profeta?” “No” -respondió.
Por último le dijeron: “¿Quién eres, para que demos una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?” Contestó: “Yo soy la voz del que clama en el desierto: ‘Haced recto el camino del Señor’, como dijo el profeta Isaías”.