“Vi a otro ángel (…) diciendo con voz fuerte: ‘Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas’.” (Ap 14,6-7).
En el capítulo 14 de la Revelación de San Juan, el ángel anuncia la hora del juicio y nos exhorta a temer a nuestro Padre Celestial, a honrarlo y a adorarlo. En efecto, la primera y más noble tarea del hombre es rendir honor y adoración a Dios. Para ello fue creado. Si no lo hace, está fallando a su destinación más profunda.