“La libertad no se alcanza aspirando a la libertad; sino aspirando a la verdad. La libertad no es una meta, sino un efecto” (León Tolstoi).
“La verdad os hará libres” (Jn 8,32) –nos dice el Señor mismo. Esto es lo que deben aprender todas las personas que luchan por la libertad. Sólo al vivir en conformidad con la Voluntad del Padre se puede alcanzar la verdadera libertad. Sólo entonces puede hacerse realidad en nuestra vida el plan con el que Él nos creó.