NO CREERNOS CAPACES

“Cuando renunciamos a todo, el Señor se encarga de todo y lo guía todo. En cambio, cuando no soltamos algo de las manos porque no queremos confiárselo a Él, entonces Él nos deja, como si quisiera decirnos: ‘Si te crees tan capaz como para hacerlo sin mí, hazlo por tu cuenta. Entonces ya verás qué tan lejos llegas’” (San Francisco de Sales)

Ciertamente sucede tal como nos da a entender nuestro querido Francisco de Sales. Nuestro Padre nos invita a seguir sus huellas, a comprenderlas y a aplicarlas sabiamente en nuestra vida. En otras palabras, nada debe obstaculizar la guía del Espíritu Santo. Para ello, es necesario dar ese paso que sugiere San Francisco; a saber, confiarle todo a Dios. Por supuesto que esto no significa descuidar las propias responsabilidades; sino que se trata de algo más profundo: en todo y en cada situación, hemos de encontrar nuestra seguridad y guía en el Padre, activándola de acuerdo a las circunstancias dadas.

La frase de San Francisco de Sales nos exhorta a no retenerle nada al Señor por no querer confiarlo a sus manos. En efecto, esto sería un verdadero obstáculo para su sabia guía, porque en este caso nuestra voluntad no estaría orientada hacia el Padre y no estaríamos confiando plenamente en Él. Entonces la reacción de nuestro Padre podría ser la de permitir que hagamos nuestras experiencias, para que aprendamos y nos volvamos sabios.

Pero sería mejor que de antemano percibamos nuestra resistencia interior, nuestro apego a nosotros mismos, la desconfianza hacia nuestro Padre, y que le confiemos conscientemente todo a Él…

Él sabrá recompensar un paso tal, porque entonces podrá realizar lo que sea mejor para nosotros y, por el otro lado, nos hará crecer en confianza a Él y en el desprendimiento de nosotros mismos.