“El encargo preciso [de Dios Padre] es el siguiente: dar a conocer al Padre y honrarlo, sobre todo a través de la instauración de una Fiesta especial, que se pide a la Iglesia. La investigación ha demostrado que una Fiesta litúrgica en honor al Padre estaría perfectamente en línea con el conjunto del culto católico; y en conformidad con la expresión tradicional de la oración católica, que es una elevación al Padre, a través del Hijo, en el Espíritu, tal como lo muestran las oraciones de la Misa y la oblación litúrgica al Padre en el Santo Sacrificio.