En primera instancia, quisiera agradecer al Señor y a Santa Inés por habernos permitido conocer tan de cerca la historia de esta santa, a través del servicio de Harpa Dei. Quizá después de estos días algunos pueden hacer suyas las palabras que decía San Ambrosio al final de la audionovela: “Esta pequeña me ha cautivado; ha conquistado mi corazón.”
¡Así debe ser! En los santos resplandece de manera especial la gracia de Dios. Ellos son una “carta de amor” del Señor; estrellas brillantes y luminosas en el firmamento de la Iglesia una y santa, que nos señalan el camino a seguir. Pero no sólo son modelos; sino que, como decía el Presbítero Paulino en la escena conclusiva de la audionovela, “ahora, en el cielo, tienen un corazón para todos nosotros.”
Recordar a los santos es cobrar consciencia del amor de Dios a nosotros, los hombres. La memoria de los santos nos da la certeza de que podemos vivir en comunión con estas maravillosas personas. Su obra no estuvo limitada al tiempo de su vida terrenal. Antes bien, nos damos cuenta de que, por ejemplo a través de una audionovela como ésta, siguen hablándonos ahora, siguen alentándonos, tocando nuestro corazón, compartiendo con nosotros su amor a Dios y dándonos a entender que son nuestros hermanos que nos aman.
Agradezco también a Harpa Dei y a todos los que colaboraron en esta audionovela, así como a aquellos que nos acompañaron con su oración. Nos alegra mucho ver la comunión que está surgiendo con nuestra gran audiencia en muchas partes del mundo. ¡Y no es solamente la Iglesia militante; sino que cada vez se hace más presente la Iglesia triunfante, la Iglesia celestial! A través de la audionovela, se nos ha hecho aún más cercana. A más tardar a partir de ahora, ¡será imposible imaginar nuestras vidas sin Santa Inés!
A continuación, haré algunas preguntas a los hermanos de Harpa Dei sobre la audionovela:
¿Cómo surgió la idea de hacer esta audionovela y por qué escogieron este medio?
Habíamos leído un libro sobre Santa Inés. Su historia nos pareció tan fascinante que hacía tiempo que queríamos hacer una audionovela sobre ella. Lo vemos como un medio apropiado en cuanto que permite transmitir una historia de forma muy viva. Además, por nuestro apostolado con la música sacra, estamos familiarizados con la técnica en el campo del sonido.
¿En qué se basaron para escribir el guión? ¿Cuáles textos son propios de ustedes?
Las fuentes que nos inspiraron fueron: la “Leyenda Dorada” (Jacobo de la Vorágine), un conocido sermón de San Ambrosio sobre Santa Inés y el libro “Inés y los hijos de la loba” (Lothar Schreyer). Hemos entrelazado las narraciones de estas fuentes y también hemos añadido algunos pensamientos e ideas propias.
¿Cómo encontraron a los diferentes locutores?
La mayoría de los locutores son amigos con los que nos hemos encontrado en nuestras misiones. A otros los hemos conocido en el transcurso del año pasado, a través de la misión en las redes. En todo caso, fue todo un reto encontrar locutores en tres diferentes idiomas para tantos personajes; y todo eso en un plazo de menos de dos semanas, en las cuales escribimos el guión, escogimos y grabamos los cantos, repartimos los roles en los tres idiomas y gestionamos toda la cuestión técnica.
¿Qué fue lo que más les conmovió de Santa Inés?
Su determinación y firmeza; su pureza y fortaleza en la persecución y en el martirio; y, sobre todo, su amor incondicional a Jesús, por quien estuvo dispuesta a sacrificarlo todo.
¿Tienen la impresión de haberse acercado más a Santa Inés?
¡Por supuesto! Es una niña tan sencilla y encantadora, que realmente amó a Jesús como a su Esposo. Y esto lo hizo de una forma tan atrayente que uno no puede más que quererla.
¿Qué podemos aprender los cristianos del testimonio de Santa Inés?
Por una parte, la confianza incondicional en Dios. De hecho, ella incluso estuvo dispuesta a afrontar la mayor de las deshonras por causa de Cristo, siempre sabiendo que su destino estaba en manos de su Esposo divino. En la vida de Santa Inés podemos ver los milagros que el Señor puede obrar en y a través de aquellos que se abandonan en Él sin límites. Como lo vimos en su historia, tales milagros pueden despertar la fe también en las otras personas. Además, Inés nos muestra lo que significa librar la “guerra del Cordero”: no se trata de una fuerza viril indomable, ni de imponerse. Antes bien, nuestra fuerza e invencibilidad dependen de nuestra confianza y unión con Dios. ¡De ello da testimonio elocuente esta pequeña niña!
Al igual que Santa Juana de Arco, Inés es una virgen en el séquito del Cordero, a quien se aplican estas palabras del Apocalipsis: “Son los que siguen al Cordero a dondequiera que vaya (…), en cuya boca no se encontró mentira. No tienen tacha.” (Ap 14,4-5).
Que estas dos vírgenes nos ayuden a permanecer fieles al Señor hasta la muerte, de manera que podamos formar parte de la “multitud del Cordero”, de la que se dice en la Revelación de San Juan:
“Después miré y pude ver una muchedumbre inmensa, incontable, que procedía de toda nación, razas, pueblos y lenguas. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con ropas blancas y llevando palmas en sus manos. Entonces se ponen a gritar con fuerza: ‘La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero’.” (Ap 7,9-10)