Siguiendo el calendario tradicional, hoy, 3 de febrero, se puede escoger entre celebrar la memoria de San Blas o el primer sábado del mes para reparar los pecados contra el Inmaculado Corazón de María. En esta ocasión, quisiera tematizar la así llamada “devoción de los cinco primeros sábados”. Escucharemos, pues, el evangelio correspondiente:
Fiesta de la Presentación del Señor: Reconocer al Mesías
Lc 2,22-32
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones , conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
Las cartas de San Ignacio
En el calendario tradicional, se celebra hoy la fiesta de San Ignacio de Antioquía. Si alguien prefiere una meditación que corresponda al calendario actual, puede encontrarla en este enlace: http://es.elijamission.net/2022/02/03/
De acuerdo con la tradición de la Iglesia, San Ignacio de Antioquía fue discípulo de los apóstoles Pedro y Juan. Más adelante fue nombrado obispo de Antioquía, la capital siria. Murió mártir, y desde los primeros tiempos fue venerado como santo en la Iglesia. Él se llamaba a sí mismo siempre con este nombre: Teóforo (θεοφόρος), que quiere decir “portador de Dios”.
El rechazo a Jesús en Nazaret
Mc 6,1-6
En aquel tiempo, Jesús se fue a su ciudad, y le seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado comenzó a enseñar en la sinagoga, y muchos de los que le oían decían admirados: “¿De dónde sabe éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es la que se le ha dado y estos milagros que se hacen por sus manos? ¿No es éste el artesano, el hijo de María, y hermano de Santiago y de José y de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?” Y se escandalizaban de él. Y les decía Jesús: “No hay profeta que no sea menospreciado en su tierra, entre sus parientes y en su casa.”
Santa Martina de Roma
Hoy celebramos nuevamente a una de las santas vírgenes que sufrieron el martirio al comienzo de la propagación del cristianismo en el Imperio Romano, convirtiéndose así en semillas para el crecimiento del Reino de Dios. Es admirable ver con qué fe y determinación estas jóvenes permanecieron fieles al Señor, sin dejarse doblegar. No sólo debemos recordarlas e imitar su ejemplo, sino que podemos pedirles concretamente que nos ayuden a permanecer fieles al Señor cuando nosotros mismos suframos calumnias y persecuciones.
La sabiduría de San Francisco de Sales
En el calendario tradicional, se conmemora hoy a San Francisco de Sales. Si alguien prefiere una meditación que corresponda al calendario actual, puede encontrarla en este enlace: http://es.elijamission.net/resistencia-ante-las-fuerzas-del-mal/
San Francisco de Sales nació el 21 de agosto de 1567 en la región de Saboya en Francia. El joven, perteneciente a la nobleza, estaba inicialmente encaminado hacia una carrera mundana. Estudió Derecho en París y en Padua. Paralelamente estudió teología, debido a que la doctrina calvinista de la predestinación le produjo una crisis. Tras doctorarse en derecho civil y canónico, iba a convertirse en senador, pero impuso su decisión de hacerse sacerdote a pesar de las resistencias de su padre.
La autoridad de Jesús
Mc 1,21-28
Llegados a Cafarnaún, Jesús entró el sábado en la sinagoga y se puso a enseñar. Y la gente quedaba asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: “¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: el Santo de Dios.” Jesús, entonces, le conminó: “Cállate y sal de él.” Y el espíritu inmundo lo agitó violentamente, dio un fuerte grito y salió de él.
La fe es la luz
Mc 4,35-41
Aquel día, llegada la tarde, les dice: “Crucemos a la otra orilla.” Y, despidiendo a la muchedumbre, le llevaron en la barca tal como estaba. Y le acompañaban otras barcas. Y se levantó una gran tempestad de viento, y las olas se echaban encima de la barca, hasta el punto de que la barca ya se inundaba. Él estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal. Entonces le despiertan, y le dicen: “Maestro, ¿no te importa que perezcamos?”
El Reino de Dios
Mc 4,26-34
En aquel tiempo, Jesús dijo: “El Reino de Dios viene a ser como un hombre que siembra el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto y en cuanto está a punto el fruto, enseguida mete la hoz, porque ha llegado la siega.” Decía también: “¿A qué se parecerá el Reino de Dios?, o ¿con qué parábola lo compararemos? Es como un grano de mostaza que, en el momento de sembrarlo, es más pequeño que cualquier semilla que se siembra en la tierra. Pero una vez sembrado, crece y se hace mayor que todas las hortalizas, y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra.”
La grandeza de una vocación
Hch 22,3-16
En aquellos días, dijo Pablo al pueblo: “Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad e instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros antepasados. Estuve lleno de celo por Dios, como lo estáis todos vosotros el día de hoy. Yo perseguí a muerte este Camino, encadenando y encarcelando a hombres y mujeres, como pueden certificarlo el Sumo Sacerdote y todo el consejo de ancianos.
