En los próximos 9 días, escucharemos breves meditaciones sobre Dios, nuestro Padre del cielo, intercaladas con cantos en su honor. Hay católicos que celebran cada 7 de agosto una Fiesta en honor al Padre Celestial, el Padre de toda la humanidad. Esta fiesta corresponde a una petición que Él mismo expresó a la Madre Eugenia Ravasio en el año 1932. Esta revelación privada ha sido ya examinada y aprobada por la Iglesia. Yo mismo también leí este mensaje y me pareció muy valioso. Me ayudó a profundizar mi relación con Dios Padre.
El amor de Dios y nuestra respuesta (Parte IV)
La meditación para este día es la cuarta y última parte de una conferencia dictada por el Hno. Elías hace pocos días en Austria. Es por eso que no hay texto.
El amor de Dios y nuestra respuesta (Parte III)
La meditación para este día es la tercera parte de una conferencia dictada por el Hno. Elías hace pocos días en Austria. Es por eso que no hay texto.
El amor de Dios y nuestra respuesta (Parte II)
La meditación para este día es la segunda parte de una conferencia dictada por el Hno. Elías hace pocos días en Austria. Es por eso que no hay texto.
El amor de Dios y nuestra respuesta (Parte I)
La meditación para este día es la primera parte de una conferencia dictada por el Hno. Elías hace pocos días en Austria. Es por eso que no hay texto.
La Palabra del Señor
Mt 13,1-9
Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar.
El verdadero parentesco de Jesús
Mt 12,46-50
Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte”. Jesús le respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Santa Juana de Arco, hija de Dios y doncella de Orléans (Parte IV)

Si nos preguntamos si aquella luz que Dios encendió en Juana de Arco sigue alumbrando hoy y tiene aún algo que decirnos en este tiempo, entonces debemos fijarnos una vez más en lo esencial de su misión, para entenderla mejor.
En primera instancia, es importante tener bien en claro que la misión de Juana fue una intervención de Dios, para traer un giro en una situación concreta y difícil. Resulta demasiado evidente que fue la obra de Dios, si se considera que ella era sólo una joven de 17 años, que no sabía leer ni escribir, que no tenía ninguna instrucción militar, que no sabía nada de las reglas de etiqueta de la corte real ni tenía formación teológica…
Santa Juana de Arco, hija de Dios y doncella de Orléans (Parte III)

Continuemos hoy con una meditación más sobre la vida de Santa Juana de Arco.
La doncella de Orléans había sido entregada a manos de los ingleses y tendría que pasar un año entero en prisión. Fue llevada a Rouen, una ciudad francesa que aún estaba bajo dominio inglés. Allí fue encarcelada.
Santa Juana de Arco, hija de Dios y doncella de Orléans (Parte II)

Con sus éxitos militares, que trajeron el giro en la situación de Francia, y con la coronación de Carlos VII en Reims, Juana ya había cumplido una parte importante del encargo que Dios le había encomendado, y había devuelto la esperanza a los franceses.