Los pastores de los campos de Belén acogen llenos de gozo el mensaje del ángel, y van de prisa a buscar al Recién Nacido. Son personas sencillas, y en la simplicidad de su corazón comprenden la importancia del mensaje que han recibido. ¡Ciertamente habrán quedado totalmente fuera de sí ante el sublime acontecimiento de la gruta de Belén!
Cuarto día de la Octava de Navidad: “El Niño”
El Señor viene al mundo como niño. Este es el camino que Dios escogió para abajarse a nosotros, y para que podamos comprenderlo. Un niño provoca alegría y amor; ternura e instinto de protección. ¡Nadie tiene miedo de un niño! Incluso personas que son cerradas, a veces se abren ante la presencia de un niño.
Un niño es capaz de sacar lo mejor del hombre…
Tercer día de la Octava de Navidad: “La Sagrada Familia”
Al nacer en una familia humana, Dios fortaleció el núcleo de la sociedad, y nos dejó su ejemplo para que lo imitemos. A través de su Encarnación, Dios quiso penetrar todos los campos de la vida humana, y aquí la familia ocupa un lugar privilegiado.
Segundo día de la Octava de Navidad: “La alegría de los ángeles”
María y José, los pastores que vienen desde sus campos, los tres Reyes Magos que están en camino para encontrar al Rey que ha nacido… todos ellos han sido tocados y atraídos por el misterio del Dios hecho hombre. Todos ellos tienen un encuentro con el Señor, aunque de diferentes maneras.
¡Cuán grande habrá sido la alegría de los ángeles, al saber que su Señor estaba entre los hombres! ¡Cuán dichosos habrán estado al poder llevar esa Buena Nueva a sus hermanos en la Tierra! ¡Para ellos es un honor servir con prontitud a su Padre!
Solemnidad de la Natividad del Señor: “¡Alegraos, Cristo ha nacido!”
Durante la octava de Navidad, quisiera hacer cada día una sencilla meditación sobre el acontecimiento de la Natividad del Señor, intercalada con villancicos interpretados por Harpa Dei. Espero que esto nos ayude a sumergirnos más en el grandioso misterio de esta Fiesta.
¡Alegraos, Cristo ha nacido! –éste es el grito de júbilo que llena el cielo y la tierra. ¡Alégrense todos los que han recibido esta Buena Nueva!
Preparación inminente para Navidad (Parte V): «El regalo del amor de Dios»
Se cumple la profecía; se hace realidad: ¡Dios se nos manifiesta de forma visible!
Posteriormente, el Discípulo Amado de Jesús dirá:
“Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros; y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad.” (Jn 1,14)
Preparación inminente para Navidad (Parte IV): «Un Niño nos nacerá»
“Un Niño nos nacerá: lo llamarán ‘Dios Fuerte’.”[i]
“En Él, se bendecirán todas las naciones de la tierra.”[ii]
En realidad, aun sin saberlo, todos los hombres lo esperan a Él,
porque para Él hemos sido creados.
En realidad, aun sin saberlo, todos los hombres lo buscan a Él,
porque Él ha depositado en sus corazones este anhelo.
Preparación inminente para Navidad (Parte III): «¿Por qué habría de temer?»
la hora de la gracia.
Todos están llamados; todos invitados a acogerla.
Dios nos lo pone fácil acudir a Él…
Preparación inminente para Navidad (Parte II): «La gruta de Belén»
¿Qué es lo que quiere decirnos el Señor con el hecho de no haber nacido en un palacio real, rodeado de riquezas materiales; sino en una gruta en Belén?
Se nos vienen a la mente las palabras de Jesús: “Mi reino no es de este mundo” (Jn 18,36).
Preparación inminente para Navidad (Parte I)
En las tres primeras semanas de Adviento, nos habíamos preparado para la Venida del Señor desde tres diversas perspectivas. En primera instancia, habíamos meditado sobre la Venida histórica de Jesús al mundo, a través de los textos bíblicos y la liturgia, que actualizan el acontecimiento de la Venida del Redentor. Después, habíamos reflexionado sobre el nacimiento de Cristo en nuestro interior, lo cual debería ayudarnos a percibir el acontecimiento bíblico también en nuestra alma, porque, de hecho, el Señor no sólo quiso nacer en Belén; sino que además quiere vivir en nuestros corazones de una manera real. En la tercera semana, nos concentramos en el tema del Retorno del Señor, el cual debería despertarnos para aprovechar el tiempo para preparar el camino al Señor que vuelve.