La adoración eucarística y la sanación interior
Los hombres en general –y también nosotros, los fieles– solemos estar heridos en nuestro interior, porque no hemos recibido el suficiente amor o hemos experimentado un abuso de nuestro amor. En consecuencia, pueden surgir graves deficiencias en el alma, y el ámbito afectivo puede sufrir un trastorno tal, que estas personas muy heridas podrían llegar a cerrarse interiormente.