Is 40,1-11
Consolad, consolad a mi pueblo –dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén y gritadle que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados. Una voz clama: “Abrid en el desierto un camino al Señor, trazad en la estepa una calzada recta a nuestro Dios. leer más
