“OPTAR POR EL AMOR”  

«Nosotros amemos, porque él nos amó primero» (1Jn 4,19).

En pocas palabras, la Carta de San Juan nos conduce hacia la fuente y la verdadera motivación del amor: nosotros queremos amar porque Dios es amor y nos amó primero. Esta es la certeza más profunda que puede acompañarnos como un faro constante en todas las situaciones de la vida y convertirse en nuestra motivación. Sólo hemos de pedir al Espíritu Santo que nos lo recuerde, y sin duda lo hará con alegría, ya que Él mismo es el amor entre el Padre y el Hijo.

En los versículos siguientes, San Juan señala el amor de Dios como motivación para el verdadero amor al prójimo. Si seguimos la lógica del amor, éste no excluye a nadie y se ofrece constantemente, como vemos en nuestro Padre celestial. Nadie está excluido de su amor; solo el hombre mismo puede cerrarle su corazón.

Por tanto, podemos y debemos decidirnos por el amor. Esto puede suponer esfuerzos cada día, porque, en general, aún no estamos tan purificados interiormente como para que el amor siempre nos resulte natural. A veces ni siquiera sabemos en qué consiste el verdadero amor y tal vez lo confundimos con la intensidad de nuestros sentimientos, tomándolos como medida.

Pero la frase de la Carta de San Juan nos ayudará: «Nosotros amemos, porque Dios nos amó primero.» Se trata de una decisión fundamental que marcará toda nuestra vida. Es la decisión por el amor, pero también es una decisión que se deriva del amor. Así, pueden empezar a cumplirse las palabras de Santa Catalina de Siena: «Os digo que el amor solo se obtiene con amor».

¡Atrevámonos a optar por el amor! ¡Es un camino regio!