NADIE PODRÍA HABERLO IMAGINADO… 

El Nacimiento del Hijo de Dios está a las puertas y nuestro corazón se prepara para unirse muy pronto al canto de júbilo de los ángeles…

En efecto, la alegría de los ángeles que anuncian el nacimiento del Salvador llena todo el orbe de la tierra (cf. Lc 2,8-14). Nadie hubiera podido imaginar que el Padre escogería este camino para venir en medio de los hombres. Nadie hubiera podido siquiera intuir que el amor de Dios se revelaría de este modo: en la venida del Salvador al mundo.

Es cierto que los profetas lo habían anunciado; pero todo seguía a oscuras hasta que la brillante luz del Nacimiento de nuestro Señor desgarró la noche.

¿Quién podía imaginar que Dios vendría en medio de nosotros tomando naturaleza humana en la Persona de Jesucristo?  Lo inimaginable se hace realidad y queda inscrito de forma indeleble en la historia de la humanidad.

Ya está a las puertas: el gran día, la Noche santa, el extraordinario acontecimiento que cambiará toda la historia…

Nadie podía imaginar que nuestro Padre enviaría a Aquel que reposa en su seno (Jn 1,18). Pero Él lo hizo, y ahora el enviado del Padre toca a la puerta de la humanidad y pide que le dejen entrar (cf. Ap 3,20).

Él jamás volverá a abandonarnos, sino que permanecerá para siempre con nosotros. “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20) –dijo el Señor a sus discípulos antes de ascender al cielo para volver al Padre y prepararnos las moradas (cf. Jn 14,2).

¡Es tan fácil acoger al Hijo de Dios! Sólo tenemos que abrirle las puertas de nuestro corazón y dejar que su amor entre en nosotros. ¡Encontraremos en Él todo lo que habíamos anhelado! Así, nuestra búsqueda llega a su fin y descubrimos cada vez más la plenitud de su amor, que no tiene límites.

¡Si tan sólo los hombres supieran cuán bueno es nuestro Padre Celestial! ¡Si no pasaran de largo ante el Niño de Belén y levantaran la mirada al “Padre de las luces” (St 1,17)! ¡Qué paz entraría en los corazones de los hombres! Ésta sería la verdadera Navidad…