LOS PLANES DEL MALIGNO SERÁN FRUSTRADOS

“Satanás lo intenta todo, pero sus planes serán frustrados” (Palabra interior).

Ciertamente existe esta pretensión de Satanás de subyugarlo todo bajo su dominio, y nosotros, los fieles, hemos sido insertados en esta lucha. En su sabiduría, nuestro Padre nos deja este combate. En efecto, el Diablo lo intenta todo por realizar sus planes de iniquidad, y no pocas veces parece tener éxito. Sin embargo, en su ceguera, él no cuenta con la intervención de Dios en la situación que cree tener bajo su control. No puede verlo, porque no tiene la mirada del Señor y el orgullo le impide notar que siempre es él el perdedor.

Basta con mirar la Cruz del Señor para entenderlo. Ciertamente Satanás creía haberse llevado la victoria cuando el Hijo de Dios fue crucificado. Quizá incluso creía haber logrado su mayor triunfo. Pero fue él el “embaucador embaucado” (cf. 2Tim 3,13). La muerte de Jesús fue su derrota para siempre, porque, gracias a su sacrificio, los hombres pueden encontrar y recorrer el camino de la salvación.

¡Siempre es así! Cuando vivimos en la gracia de Dios, nuestro Padre revertirá todo en bien. Aunque parezca que Satanás triunfa y forma un ejército invencible con todos sus secuaces, la Santísima Virgen María aplastará la cabeza de la serpiente (cf. Gen 3,15).

Entonces, no nos dejemos desanimar cuando percibamos las maquinaciones de Satanás. Antes bien, resistámosle con las armas espirituales que nos han sido dadas. ¡Sus planes no tendrán éxito! Tampoco podrá destruir a la Iglesia, aunque tal vez ella tenga que retirarse por un tiempo al desierto para sustraerse de los ataques del Maligno.