La crisis en la Iglesia
Si examinamos con mirada crítica la situación actual de la Iglesia, fácilmente el enfoque se detiene en Alemania, donde ya se está manifestando en ciertos aspectos una “iglesia distinta”. Quien sigue más de cerca lo que está sucediendo en el así llamado “camino sinodal”, puede constatar que aquí se está llevando a cabo un proceso de adaptación de la Iglesia al mundo. Se renuncia cada vez más a la identidad católica para adoptar los estándares morales que rigen en el mundo. Si el rumbo emprendido por la mayoría de la jerarquía eclesiástica y los organismos laicales en este país se basa más en la mentalidad del mundo que en la Sagrada Escritura y en la doctrina de la Iglesia, entonces se hace evidente la influencia anticristiana.
Sin embargo, no hay que caer en el error de creer que se trata de una aberración que afecta solamente a la jerarquía eclesiástica en Alemania. Por desgracia, afecta a la Iglesia entera, en la que Satanás quiere difundir su humo.
Lleva mucho tiempo actuando, causando confusión en la teología, en la moral, en la liturgia, en el envío misionero que el Señor le encomendó a la Iglesia; en el ecumenismo y en el diálogo interreligioso, así como en muchos otros campos… El espíritu anticristiano procura mundanizar a la Iglesia; debilita su enfoque trascendente; convierte al evangelio en un mensaje de paz meramente terrenal… ¡La sal se vuelve sosa (cf. Mt 5,13)!
Lo trágico y particularmente inquietante para nosotros, los católicos, es que este “otro espíritu” haya adquirido más influencia en la jerarquía de la Iglesia, y que actualmente sea él quien determine la dirección en muchos puntos cruciales.
En el marco en que estamos tratando este tema, me limitaré a destacar ciertos puntos en los que se percibe la influencia anticristiana, sin tratarlos a detalle ni en toda su complejidad.
Amoris Laetitia
El punto crucial que reveló el rumbo que tomaría este Pontificado, fue –no sólo para mí– la Exhortación Post-sinodal Amoris Laetitia, con la famosa nota a pie de página # 351 en el octavo capítulo. Cuatro cardenales buscaron el diálogo con el Papa, para hacerle ver que ciertas formulaciones de dicha exhortación parecían contradecir el camino precedente de la Iglesia, y para pedirle una clarificación de las mismas. Lamentablemente no se les prestó oído, y así siguieron adelante las consecuencias de este escrito.
Hoy está difundiéndose la “apertura pastoral” de dar la comunión también a aquellas personas que viven en una segunda unión íntima, sin que se haya constatado la invalidez de su matrimonio. Así, surge una praxis en la recepción de la comunión que, bajo la pretensión de la “misericordia”, ofende la verdad objetiva de los Mandamientos de Dios.
El culto a la Pachamama
En la Sede de la Iglesia Universal se realizó en octubre de 2019 un culto idolátrico a la Pachamama, sin que se haya suscitado un verdadero grito de indignación en la Iglesia. El hecho de que haya sido posible llegar hasta este punto sólo puede explicarse por la creciente pérdida del espíritu de discernimiento, que desde un inicio hubiera identificado este acto como una aberración. Aun si la intención no era idolátrica, a nivel objetivo el acto sigue siendo un atentado contra el primer mandamiento, que hasta el día de hoy lamentablemente no ha sido expiado de forma pública.
La Declaración de Abu-Dhabi
Con la afirmación errónea de que Dios quiso la diversidad de las religiones, así como quiso la diversidad de razas y la diferencia entre hombre y mujer, se está colocando a las otras religiones –que contienen considerables errores– al mismo nivel que la fe católica. Así, se invierte el mandato misionero del Señor, para alcanzar una ilusoria paz. No obstante, la verdadera paz sólo podrá subsistir sobre el fundamento de la verdad.
Con la Declaración de Abu-Dhabi se ha restringido el anuncio del evangelio, porque, si uno adopta lo que aquí se afirma, ya no habría razón para anunciar a Jesús como el único Redentor.
Estos ejemplos –que no son los únicos que se podrían enumerar– muestran que el espíritu anticristiano está debilitando a la Iglesia. Y ésta es una situación peligrosa, ante la cual los fieles deben estar muy vigilantes y ofrecer resistencia. Sobre ello hablaré en la próxima y última meditación de la temática del Anticristo.
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Meditación sobre el evangelio del día: http://es.elijamission.net/2022/04/01/