A través de las meditaciones de los últimos días, hemos podido encontrarnos más de cerca con Dios Padre. A veces las experiencias negativas que hemos tenido en nuestra vida nos impiden reconocer la verdadera imagen de Dios, por ejemplo, si la relación con nuestro padre biológico ha sido más bien problemática. Sin embargo, no hay que dejarse abatir por estas experiencias, sino que entonces será aún más necesario que descubramos a Dios como nuestro amoroso Padre, que puede sanar nuestras heridas y llenar consigo mismo cualquier vacío interior.
Como hemos mencionado una y otra vez, esta Fiesta de Dios Padre, celebrándolo como “Padre de toda la humanidad”, es una petición que Él mismo expresó a través de la Madre Eugenia Ravasio. Sólo la jerarquía de la Iglesia puede instaurarla como Fiesta oficial en el calendario litúrgico; pero, mientras tanto, podemos celebrarla a nivel privado, dedicándole este día de forma especial a nuestro Padre[1].
¿Cuáles serían los beneficios de la instauración de una Fiesta en honor a Dios Padre? ¿Cuáles serían los frutos si se difunde un amor más profundo a Él? En el mensaje dado a la Madre Eugenia, el Padre Celestial menciona asombrosas promesas. Por ejemplo, que si se establece esta Fiesta los hombres se convertirán más fácil y permanentemente, que los pueblos tendrán más esperanza, entre muchas otras promesas…
Hay un aspecto en el que quisiera detenerme…
Si cultivamos conscientemente la relación con Dios como nuestro Padre Celestial, el trato con Él se volvería más cercano y familiar, y, en consecuencia, también se consolidarían nuestros vínculos como familia espiritual de fieles. Nuestra confianza en Dios se acrecentaría, y Él, a su vez, podría acceder más fácilmente a nuestros corazones.
Sin querer disminuir en lo más mínimo la verdadera reverencia hacia el Padre Celestial –la cual hace parte de toda auténtica relación entre padre e hijo–, recuperaríamos aquello que perdimos a consecuencia del pecado original: la familiaridad y cercanía con nuestro Creador, quien se nos manifiesta como Padre amoroso.
Y aún más, Dios nos invita a tratarlo como nuestro amigo y confidente. ¡Tan cerca de nosotros quiere estar! Tal vez aún nos resulte desconocido el estar tan cerca de Dios, de corazón a corazón, y quizá nos sea aún más difícil entender desde dentro cuán cerca está Él de nosotros. Pero si nos ponemos en camino y nos encontramos cada vez más profundamente con el Padre, a través de Nuestro Señor Jesucristo, esto se convertirá en algo natural para nosotros. ¡Qué experiencia tan gratificante!
Pensemos cuán tierna era la relación de Juan, el discípulo amado, con Jesús, hasta el punto de recostarse en su pecho. Además de meditar la Palabra de Dios y recibir los sacramentos, deberíamos siempre tomarnos algo de tiempo para estar a solas con Dios Padre, para simplemente hablar con Él, para aprender a escucharlo, para poner ante Él todo lo que llevamos en el corazón… Dios siempre tiene tiempo para nosotros y nunca se cansará de escuchar a sus hijos. No solamente hemos de acudir a Él para presentarle los grandes problemas y asuntos, sino que también las “cosas pequeñas” le importan, así como sucede con nuestra Madre del Cielo.
¡Acojamos la invitación de Dios y sumerjámonos más profundamente en el amor de nuestro Padre! Ciertamente esto le alegrará sobremanera, y así podríamos cumplir desde ya el sentido más profundo de esta Fiesta en su honor…
Quien sienta que el Señor le habla a través de esta Novena o de las meditaciones sobre el amor del Padre, y quiera acoger conscientemente este impulso especial del Mensaje del Padre, puede ponerse en contacto con nosotros y enviar su nombre y el país de donde viene al siguiente correo electrónico: contact@jemael.org
Desde hace dos años hemos reunido a las personas que desean honrar de manera especial al Padre Celestial y hemos enlistado sus nombres con su respectivo país, y en nuestra oración diaria del “Oficio a Dios Padre” (https://www.youtube.com/watch?v=M30xBHq-jZU), se los ofrecemos a Él como representantes de su nación, familia y comunidad. El día 7 de cada mes les enviamos una carta circular para dar alguna pauta de cómo podemos corresponder de la forma más fructífera a los deseos de nuestro Padre. ¡Esta es la “Familia de Abbá”, a la cual todos están cordialmente invitados a pertenecer!
A continuación, señalaré algunos puntos clave para esta familia espiritual:
- Reconocer más profundamente a Dios como Padre, acogerlo y vivir en una relación confiada y reverente con Él.
- Orar por la instauración de una Fiesta litúrgica en su honor.
- Anunciar a los hombres que Dios es su amoroso Padre, y, de ser posible, llevar este mensaje especialmente a los que aún no lo conocen.
- Poner en práctica con más amor aún todo lo que nos pide el Evangelio.
Finalmente, a quienes deseen seguir profundizando día a día su relación con Dios Padre, les recomendamos escuchar los “3 minutos para Abbá”, un impulso diario para conocer, honrar y amar al Padre Celestial.
Encuéntralos en:
-Facebook: https://www.facebook.com/AmadoPadreCelestial
-Telegram: https://t.me/tresminutosparaabba
-Sitio web: https://www.amadopadrecelestial.org/
[1] Una manera de honrar al Padre Celestial podría ser rezando o cantando el Oficio a Dios Padre: https://www.youtube.com/watch?v=M30xBHq-jZU&t=6s