“EL TRIUNFO DE LA JUSTICIA DE DIOS”

«No permitas que el triste espectáculo de la injusticia humana perturbe tu alma. También esta tiene su lugar en la economía de la salvación. Sobre la injusticia humana, verás surgir un día el triunfo de la justicia de Dios» (Padre Pío de Pietrelcina).

En la frase de hoy, el santo Padre Pío dirige palabras de gran consuelo a todos aquellos que sufren bajo la injusticia de este mundo y deben presenciar impotentes cómo se extiende el mal. En efecto, es difícil de soportar y el alma puede caer en inquietud y tristeza cuando ni siquiera la oración parece poder cambiar el rumbo de las cosas. A esto se suma la avalancha de malas noticias que nos llegan día tras día si no nos sustraemos conscientemente de ellas. Así, puede surgir en el alma la pregunta de por qué Dios permite todo esto y las cosas no parecen cambiar.

Con su consejo, el Padre Pío no se refiere a caer en una especie de fatalismo y resignarse diciendo: «¡Ni modo! Así son las cosas y no podemos cambiarlas».

Por supuesto, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para contrarrestar la injusticia e implorar al Señor que intervenga y haga justicia. Sin embargo, a veces puede parecer que nuestro Padre celestial no nos escucha.

¡Pero no es así! Es aquí donde entra en juego la frase de hoy, que nos invita a confiar. ¡Dios conoce el momento preciso! Y, si nuestro Padre aún no ha intervenido, tendrá sus motivos, que van mucho más allá de lo que nosotros podemos imaginar.

Si el alma toma conciencia de esta certeza en la fe, podrá recuperar —o, mejor aún, preservar— la paz interior depositando su confianza en el Padre celestial, con la seguridad de que un día «verá surgir el triunfo de la justicia de Dios».