“DIOS TIENE EL MEJOR PLAN”

 

«La única razón para temer entregarle la propia vida a Dios es cuando uno cree que tiene un plan mejor» (Esther Maria Magnis).

En realidad, la negativa a entregarse por completo a Aquel que nos dio la vida es contraria a nuestra fe e incluso a la razón. Quien se haya encontrado con la infinita bondad de Dios debería, por amor y convicción, querer permanecer siempre en su corazón abierto.

Entonces, ¿cuál es el obstáculo?

La frase que hemos escuchado hoy de la autora Esther Maria Magnis apunta a una autodeterminación profundamente arraigada en el hombre. Tal vez no sea consciente de ello, tal vez incluso sea muy piadoso y se resistiría si alguien le dijera que, en realidad, aún no ha entregado toda su vida a Dios. Quizá incluso pertenezca a una orden religiosa, lo que debería presuponer dicha entrega. Sin embargo, sigue teniendo las riendas de su vida en sus propias manos y no da ese paso tan importante de la entrega total a Dios, que es decisivo para que la vida de la gracia pueda desplegarse plenamente.

Sin darse cuenta, uno sigue queriendo decidir por sí mismo las cosas importantes de la vida, en lugar de dejarlas en manos de Dios. Puede que aquí entre en juego una desconfianza sutil de que quizá Dios no vaya a guiar nuestra vida como desearíamos y, por tanto, no queremos arriesgarnos. ¡Qué triste!

Nuestro Padre lamentará profundamente esta actitud, pero no forzará al hombre a dar tal paso. Él se lo pone fácil para que se abandone en sus manos, pero, si no responde, siempre quedará un cierto vacío. Si la persona no toma conciencia de ello, siempre tendrá que buscar por sí misma la solución a todas las situaciones. Ciertamente, Dios no la abandonará, pero su gracia no podrá sostenerla de la misma manera que si se hubiera entregado incondicionalmente a Él.

¡Dios tiene el mejor plan! Lo encontramos cuando le damos nuestro «sí» y confiamos en Él sin reservas.