DIOS SE DELEITA EN LA OBRA MAESTRA DE SU CREACIÓN

En las reflexiones que siguen, me basaré en pasajes del Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio, una revelación privada de 1932 que merece la pena leer íntegramente. Puede encontrarse en el siguiente enlace:

https://www.amadopadrecelestial.org/_files/ugd/06b604_b24c8a93b9bc44e98984c4632cf09a64.pdf?index=true

«El pintor se deleita contemplando el cuadro que pintó. Así mismo Yo me complazco y me alegro al estar en medio de los hombres, obra maestra de Mi creación» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).

Estas palabras son de las primeras que Dios Padre dirige a la Madre Eugenia. Nos revelan de inmediato la mirada amorosa con la que nuestro Padre contempla a los hombres. ¿Acaso no nos deleitamos también nosotros con la belleza de un niño o con las maravillas de la naturaleza? ¿No se llenan nuestros corazones de amor y complacencia?

Así sucede con nuestro Padre Celestial cuando nos contempla a nosotros, los hombres, aunque quizá no nos resulte tan fácil creerlo en vista de nuestras debilidades y abismos. Pero eso es lo que nuestro Padre nos asegura en la frase de hoy, ¡y es verdad! Podemos estar seguros de que Dios no se detiene precisamente en nuestras sombras, sino en las maravillas que ha sembrado en nosotros. ¡Y cuánto se alegra cuando ve que estas semillas se despliegan bajo el influjo de su gracia!

Nuestro Padre se apareció a la Madre Eugenia con la alegría de llegar a todos los hombres a través de ella. Sor Eugenia estaba preparada para su venida. Así lo expresa:

“Hoy llegan a su fin los largos días de preparación, y siento cercana, muy cercana la llegada de mi Padre y Padre de todos los hombres. Algunos minutos de oración, y luego el gozo espiritual… La sed de verle y oírle invade mi ser. Mi corazón, ardiente de amor, se abrió con una confianza tan grande como no la había tenido en nadie hasta ahora. Pensar en mi Padre me hizo entrar en un arrebato de júbilo. ¡Finalmente empiezan a oírse los cánticos! Los ángeles vienen y me anuncian esta feliz llegada…”