DIOS NOS ESPERA EN NUESTRO CORAZÓN

“Dios está siempre en nosotros; somos nosotros quienes rara vez estamos en casa” (Maestro Eckhart).

¡Con qué insistencia los místicos nos exhortan a buscar la vida interior, es decir, la vida de Dios en nuestra propia alma! Es allí donde la Santísima Trinidad ha establecido su morada. Nuestro Padre está siempre presto a entablar el diálogo más íntimo con nosotros. Pero, como dice el Maestro Eckhart, rara vez estamos en casa, es decir, nuestros pensamientos y aspiraciones a menudo están centrados en lo exterior y, por tanto, nos dejamos llevar fácilmente por la inquietud de este mundo.

El Maestro Eckhart sigue lamentándose: «Dios siempre está dispuesto, pero nosotros estamos muy poco dispuestos. Dios está cerca de nosotros, pero nosotros estamos lejos de Él. Dios está dentro y nosotros fuera. Dios se siente en casa en nosotros, pero somos nosotros los forasteros».

Más aún, Dios no solo nos espera, sino que el Espíritu del Padre nos atrae y nos llama hacia dentro con el deseo de unificarse con nuestra alma. Para que esto suceda, es preciso escuchar este llamado hacia dentro y prestarle oído de inmediato. ¡Cuánto se profundizaría y fructificaría nuestra vida espiritual si dedicáramos más tiempo a Dios! Deberíamos fijarnos especialmente en ese tiempo que dejamos pasar sin sacarle provecho y que deja vacía nuestra alma. Esto no solo tiene una gran importancia para nuestro provecho espiritual, sino que también sería una alegría para nuestro Padre y nos resultaría muy fácil encontrar a Dios.

Escuchemos una vez más al Maestro Eckhart: «No necesitas buscar a Dios aquí o allá, no está más lejos que a la puerta del corazón. Allí está, tocando y esperando».

Para profundizar en este tema, recomiendo escuchar la última conferencia que publiqué en mi canal de YouTube sobre «nuestro santuario interior»: https://youtu.be/F2RDJZUMreQ