Después de haber meditado los dos últimos días sobre la importancia de que nuestra vida natural quede impregnada por la espiritual, para que adquiera un carácter sobrenatural, queremos hoy dar algunas pautas concretas al respecto…
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La transformación de la vida cotidiana en el Espíritu de Dios (Parte II)
La meditación de hoy será la continuación del tema de ayer: ¿Cómo podrá quedar impregnada por el amor de Dios toda nuestra vida, particularmente la vida cotidiana, con todas sus obligaciones y sus retos?
No puede existir un contraste fundamental entre la vida sobrenatural -aquella que cultivamos al recibir los sacramentos, en la meditación de la Sagrada Escritura y en la oración- y nuestro trabajo a nivel natural. Mientras vivamos en este mundo, una de las tareas que Dios nos ha encomendado es que tratemos de forma adecuada y sabia con la Creación y las realidades terrenales que nos rodean. leer más
La transformación de la vida cotidiana en el Espíritu de Dios (Parte I)
En los próximos días, vamos a interrumpir nuestras habituales meditaciones bíblicas, para dar espacio a ciertos temas de la vida espiritual. Hoy empezaremos a reflexionar acerca de cómo el Espíritu del Señor puede impregnar cada vez mejor nuestra vida cotidiana, de manera que no estemos unidos a Dios solamente en nuestra vida de oración, y, en cuanto lleguen nuestras obligaciones y quehaceres, nos separen de Él. leer más
Duelo por el Señor
Duelo por el Señor; dolor por los hombres, que no han reconocido a su Redentor y lo han crucificado… Duelo de la Madre por el Hijo amado; luto y desconcierto entre los discípulos, que se dicen confundidos: “Nosotros esperábamos que él sería quien redimiera a Israel” (Lc 24,21).
Redimidos por amor
Judas completó su traición y Jesús fue apresado. Esto sucede después de que el Señor, en Getsemaní, había aceptado el sufrimiento de manos de su Padre y había dado su ‘sí’ a todo lo que le esperaba. Un SÍ que tuvo que atravesar la angustia y la agonía; un SÍ, después de haberle pedido al Padre que, si era posible, aquel cáliz pasara sin tener que beberlo (cf. Mt 26,39-44); un SÍ que expresa la entrega incondicional al Padre; un SÍ por amor a nosotros, los hombres.
El servicio y la entrega de Cristo
“Durante la cena, Jesús se levantó de la mesa, se quitó sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en una palangana y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.” (Jn 13,4-5)
Treinta monedas de plata
Judas Iscariote fue donde los sumos sacerdotes y les dijo: “¿Qué me daréis, si os lo entrego?” Ellos le asignaron treinta monedas de plata. (Mt 26,14-15)
La traición de Dios a cambio del dinero injusto… ¡Cuántas veces se repite esta historia! ¡Cuántas veces las personas se venden a cambio de dinero, de honor, de placeres desordenados, de poder!
Uno de vosotros me entregará
“En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará.” (Jn 13,21b)
¡Cuán aterradora es esta afirmación! En ella, se nos muestran las más profundas oscuridades que pueden habitar en el hombre. Traicionar el amor, traicionar al amigo, traicionar al Maestro y Señor…
El amor a Jesús
“María, tomando una libra de perfume de nardo puro muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos.” (Jn 12,3)
¡Qué gesto tan tierno de parte de María se nos muestra en este pasaje! Es una ternura que corresponde al ser de la mujer, y que refleja algo de su belleza y capacidad de entrega. María le ha regalado todo su corazón a Jesús, y cuánto consuelo habrá sido para Él, en medio de tanta hostilidad, el ver aquella alma amante. Algo similar le sucederá en el Viacrucis, cuando Verónica enjuga su rostro.
El día en que el Señor fue honrado como merece
“¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mt 21,9)
Todo el pueblo está congregado y durante un breve tiempo sucede aquello que corresponde a la realidad de que el Hijo de Dios ha venido. Entre júbilo y alegría lo aclaman; el pueblo da la bienvenida a su verdadero Rey, a su Mesías, al prometido y esperado por tanto tiempo.