Amado Espíritu Santo, Tú que eres la luz eterna y pura, ven y penetra en nosotros, para que nada quede escondido ante ti; para que ninguna sombra pueda subsistir en nuestra alma; para que la oscuridad retroceda y todo quede inflamado por tu amor. Despiértanos de toda letargia y purifica nuestro corazón, para que pueda amar como Dios ama, como Tú amas; para que Tú y yo estemos unidos hasta lo más íntimo en la alabanza a la gloria de Dios.
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Meditaciones sobre el Espíritu Santo (1/14): “La longanimidad”
Con el día de hoy, empezamos una serie de meditaciones que nos conducirán hasta la Fiesta de Pentecostés. La interrumpiremos únicamente con motivo del día de la Ascensión del Señor, para tematizar esta Solemnidad. ¡Esperamos, entonces, que estas meditaciones nos ayuden a descubrir más a profundidad la maravillosa presencia del Espíritu Santo!
Los pastores deben estar vigilantes
Jn 10,11-18
En aquel tiempo, dijo Jesús: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, que no es propietario de las ovejas, abandona las ovejas y huye, cuando ve venir al lobo; y el lobo hace presa en ellas y las dispersa. Como es asalariado, no le importan nada las ovejas.
Camino espiritual (IV): “La vía iluminativa y unitiva”
La vía purgativa (el camino de purificación) ciertamente está en primer plano al inicio del camino espiritual, y a lo largo de toda nuestra vida tendremos que recorrerlo. Es por eso que he puesto el mayor énfasis en esta primera “vía”. También hace parte de la purificación aquello que en la mística se denomina “noche oscura del espíritu”. Vale aclarar que dicha “noche”, si es que llega, suele darse en un momento más tardío de la vida espiritual. Probablemente no son muchas personas las que experimentan conscientemente este tipo de purificación.
Camino espiritual (III) – “La vía purgativa (III): Ascesis (II)”
Al preparar esta meditación, revisé el texto que había escrito para el 15 de octubre de 2020 sobre el refrenar de la lengua. En el contexto que estamos tratando, considero tan importante este contenido que lo repetiré hoy en gran parte. De hecho, se dice que “la repetición es la madre de la sabiduría”. Y en efecto: solemos repetir oraciones, palabras de la Sagrada Escritura, entre otras cosas; para que se graben profundamente en nuestro interior. Asimismo conviene que recordemos una y otra vez los aspectos esenciales de nuestra vida espiritual. Uno de ellos es el refrenar de nuestra lengua; un tema esencial para el desarrollo en el camino de la santidad.
Camino espiritual (II) – “La vía purgativa (II): Ascesis”
En octubre de 2020, había tratado detalladamente el tema de la ascesis en una serie conformada por cinco partes. Les recomendaría releer dichas meditaciones:
Camino espiritual (I): la vía purgativa
En la meditación de hoy y de los próximos días, saldremos del marco habitual de los textos bíblicos, y nos dedicaremos a un tema de la vida espiritual.
En el cuarto “escrito de Balta-Lelija” (son textos a través de los cuales quiero ofrecer ayuda para el combate espiritual a aquellas personas que quieran formar parte de la resistencia) hablé sobre el camino de la santidad. Puesto que todos nosotros, como cristianos, estamos llamados a este camino –al cual hago alusión una y otra vez en las meditaciones y en las conferencias en mi canal de YouTube–, quisiera emplear y profundizar algunos extractos de este escrito en las meditaciones de los próximos días. Conviene que tengamos algo de conocimiento sobre el camino de la transformación interior, sobre la “conversión del corazón”; para entender cómo Dios quiere moldear a aquellos que se abandonan completamente en Él.
Sábado Santo: “Duelo por el Señor”
Duelo por el Señor; dolor por los hombres, que no han reconocido a su Redentor y lo han crucificado… Duelo de la Madre por el Hijo amado; luto y desconcierto entre los discípulos, que se dicen confundidos: “Nosotros esperábamos que él sería quien redimiera a Israel” (Lc 24,21).
Pero el Señor descendió a los infiernos, donde aquellos que todavía estaban a la espera de la Redención, y también a ellos los colmó con su amor.
Viernes Santo: “Redimidos por amor”
Judas completó su traición y Jesús fue apresado. Esto sucede después de que el Señor, en Getsemaní, había aceptado el sufrimiento de manos de su Padre y había dado su ‘sí’ a todo lo que le esperaba. Un SÍ que tuvo que atravesar la angustia y la agonía; un SÍ, después de haberle pedido al Padre que, si era posible, aquel cáliz pasara sin tener que beberlo (cf. Mt 26,39-44); un SÍ que expresa la entrega incondicional al Padre; un SÍ por amor a nosotros, los hombres.
Jueves Santo: “El servicio y la entrega de Cristo”
Nota preliminar: Estas meditaciones las escribí en el pasado; es decir, que son repeticiones. En ese entonces, aún no se podía prever la situación dolorosa que actualmente estamos viviendo. Es por eso que hay algunas formulaciones que hacen referencia a la celebración eucarística, en el marco de cómo podíamos frecuentarla hasta hace poco. A pesar de ello, no modificaré esta meditación; sino que se la ofreceré al Señor, pidiéndole que, cuanto antes, los fieles vuelvan a tener acceso a los santos sacramentos, y que se digne acoger esta privación involuntaria como reparación por tantos sacrilegios.