El amor y el sacrificio de Jesús

Hb 9,11-15

Hermanos: Cristo se presentó como sumo sacerdote de los bienes futuros, oficiando en una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. Y penetró en el santuario de una vez para siempre, no presentando sangre de machos cabríos ni de novillos, sino su propia sangre. De ese modo consiguió una liberación definitiva.

leer más

La fe en la Resurrección

Mc 12,18-27

Se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaron: “Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere alguno y deja viuda sin hijos, su hermano deberá tomar a la mujer para dar descendencia al difunto. Pues bien, había siete hermanos. El primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer?”

leer más

Respuesta astuta frente a las malas intenciones

Mc 12,13-17

En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarle en alguna palabra. Al llegar, le dijeron: “Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa de nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?”

leer más

La Santísima Trinidad

Rom 8,14-17

Hermanos: todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y vosotros no habéis recibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, si compartimos sus sufrimientos, para ser también con él glorificados.

leer más

María: Sede de la Sabiduría

Sir 51,12-20

Doy gracias y alabo y bendigo el nombre del Señor. Cuando aún era joven, antes de viajar por el mundo, busqué sinceramente la sabiduría en la oración. A la puerta del templo la pedí, y la busqué hasta el último día. Cuando floreció como racimo maduro, mi corazón se alegró. Entonces mi pie avanzó por el camino recto, desde mi juventud seguí sus huellas.

leer más

El Templo precisa de una purificación

Mc 11,11-25

En aquel tiempo, Jesús entró en Jerusalén en el Templo; y después de observar todo atentamente, como ya era hora tardía, salió para Betania con los doce. Al día siguiente, cuando salían de Betania, sintió hambre. Viendo de lejos una higuera que tenía hojas, se acercó por si encontraba algo en ella, pero cuando llegó no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos. Y la increpó: “Que nunca jamás coma nadie fruto de ti.” Y sus discípulos lo estaban escuchando. 

leer más

Sana mi ceguera

Mc 10,46-52 

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, coincidió que el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: “¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!” Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”

leer más

El santo sonriente

Fil 4,4-9

Lectura correspondiente a la memoria de San Felipe Neri 

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad siempre alegres. Y que todos conozcan vuestra clemencia. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera toda inteligencia, custodiará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.

leer más

La generosidad de Dios

Sir 35,1-15

Observar la ley es hacer muchas ofrendas, guardar los mandamientos es hacer sacrificios de comunión. Devolver un favor es hacer oblación de flor de harina, hacer limosna es ofrecer sacrificios de alabanza. Apartarse del mal es complacer al Señor, un sacrificio de expiación es apartarse de la injusticia. No te presentes ante el Señor con las manos vacías, pues así lo prescriben los mandamientos.

leer más

El gran evangelizador

Después de las meditaciones sobre el Espíritu Santo, retomamos ahora nuestras acostumbradas reflexiones en base a las lecturas bíblicas del día. Espero que se hayan unido algunos nuevos oyentes, gracias a las últimas publicaciones en YouTube. A lo largo del año, con diversas ocasiones, podríamos preparar series de meditaciones similares a esta preparación para Pentecostés. Por lo demás, tengo pensado –de ser posible– grabar una vez al mes una conferencia con un tema espiritual para el canal de YouTube (Elijerusalem).

leer más