La Jerusalén Celestial

La ciudad santa de Jerusalén, “rodeada por una muralla grande y alta”

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Ap 21,9-14

Lectura correspondiente a la fiesta del Apóstol Bartolomé

Entonces vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y me habló así: “Ven, que te voy a enseñar a la Novia, a la Esposa del Cordero.” Me trasladó en espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios.

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La sabiduría de Dios en todo

“¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de ciencia hay en Dios!”

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Antes de volver al marco acostumbrado de nuestras meditaciones diarias, quisiera citar un valioso texto, que alguien me hizo llegar. Nos ayudará a entender por qué en los últimos días he hablado claramente, relacionando la confusión en el mundo y en la Iglesia con el actuar de Lucifer. La cita procede de la Encíclica Pascendi Dominici Gregis, del Papa Pío X. Precisamente en el día en que se celebra su memoria yo había puesto por escrito la última meditación sobre este delicado tema…

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Lucifer enceguece a los hombres (Parte II)

“Tu belleza te hizo altanero, corrompiste tu sabiduría por causa de tu esplendor. Y yo te precipité por tierra.”

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En la meditación de ayer, habíamos reflexionado sobre el enceguecimiento de Lucifer, tal como se lo describe en el capítulo 28 del profeta Ezequiel, refiriéndose al rey de Tiro: “Tu belleza te hizo altanero, corrompiste tu sabiduría por causa de tu esplendor. Y yo te precipité por tierra.” –dice el versículo 17. La ceguera de Lucifer continúa, y ahora él intenta de todas las maneras posibles engañar a los hombres e involucrarlos en su propia rebelión contra Dios. Por lo general, él oculta sus verdaderas intenciones, para poder influenciar más fácilmente a las personas. En el caso extremo, su influjo puede llegar hasta una posesión.

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El enceguecimiento de Lucifer (Parte I)

“Entonces le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, 9.y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.»” (Mt 4,8-9)

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Ez 28,1-10

Yahvé me dirigió su palabra en estos términos: “Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor Yahvé: Tu corazón se ha engreído y has dicho: ‘Soy un Dios, sentado en un trono divino, instalado en el corazón del mar.’ Tú que eres un hombre y no un dios, equiparas tu mente a la de Dios. ¡Claro, eres más sabio que Daniel; ningún sabio se te puede comparar! Con tu sabiduría y tu inteligencia te amasaste una fortuna; amontonaste tesoros de oro y plata.

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El primer amor de Dios

Judíos en el Muro de los Lamentos

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Rom 11,13-15.29-32

Voy a deciros algo a vosotros, los gentiles: Yo estoy orgulloso de mi ministerio como verdadero apóstol de los gentiles, pero lo llevo a cabo con la esperanza de despertar celos en los de mi raza y salvar a alguno de ellos. Porque, si su rechazo ha supuesto la reconciliación del mundo, ¿qué será su readmisión, sino una resurrección de entre los muertos? Porque los dones y la vocación de Dios son irrevocables.

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Solemnidad de la Asunción de María

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Lc 11, 27-28 

Evangelio de la Misa vespertina de la vigilia de la Asunción

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.

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La importancia del llamado

Santa Clara de Asís

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Mt 19,27-29

Lectura correspondiente a la memoria de Santa Clara 

En aquel tiempo, Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: “Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué recibiremos, pues?” Jesús les dijo: “Os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna.”

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Despreciar la propia vida

“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, allí queda, él solo; pero si muere, da mucho fruto.”

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Jn 12,24-26

Lectura correspondiente a la fiesta de San Lorenzo

“En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, allí queda, él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.”

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Celo apostólico

“Son israelitas; ellos disfrutaron de la adopción filial, de la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas y los patriarcas”

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Rom 9,1-5 

Cristo es testigo de que digo la verdad, y de que no miento –además me lo dice mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo–: siento una gran tristeza y un dolor incesante en el corazón. Pues desearía ser yo mismo maldito, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la carne. Son israelitas; ellos disfrutaron de la adopción filial, de la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas y los patriarcas; de ellos también procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.

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La sencillez en el anuncio

Santo Domingo de Guzmán

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1Cor 2,1-10

Lectura correspondiente a la memoria de Santo Domingo de Guzmán

Y yo, hermanos, cuando vine a vosotros, no vine a anunciaros el misterio de Dios con elocuencia o sabiduría sublimes, pues no me he preciado de saber otra cosa entre vosotros sino a Jesucristo, y a éste, crucificado. Y me he presentado ante vosotros débil, y con temor y mucho temblor, y mi mensaje y mi predicación no se han basado en palabras persuasivas de sabiduría, sino en la manifestación del Espíritu y del poder, para que vuestra fe no se fundamente en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios.

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