Hoy es el día séptimo del mes, y quisiera mantenerme en mi propósito de dedicarle el siete de cada mes a una meditación sobre el Mensaje del Padre Celestial a Sor Eugenia Ravasio.
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Jesús se aparece a María Magdalena
Jn 20,11-18
En aquel tiempo, estaba María junto al sepulcro, fuera, llorando. Mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro y vio dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Le preguntaron: “Mujer, ¿por qué lloras?” Ella les respondió: “Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.”
El anuncio intrépido
Hch 2,14.22-33
El día de Pentecostés, Pedro se presentó con los Once, levantó la voz y les dijo: “Israelitas, escuchad estas palabras: Jesús Nazareno, hombre acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y signos que Dios realizó entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis, fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios. Vosotros lo matasteis clavándole en la cruz por mano de unos impíos.
Domingo de Resurrección – “El sepulcro vacío”
Jn 20,1-9
El día siguiente al sábado, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces echó a correr, llegó hasta donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, el que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado al Señor del sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto.”
El buen uso de la libertad
Jn 11,45-57
En aquel tiempo, muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y se preguntaban: “¿Qué hacemos? Es cierto que este hombre realiza muchos signos. Si le dejamos que siga así, todos creerán en él, y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación.”
Accesos para reconocer a Jesús
Jn 10,31-42
En aquel tiempo, los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle. Jesús les dijo: “Os he mostrado muchas obras buenas de parte del Padre. ¿Por cuál de ellas queréis apedrearme?” Le respondieron los judíos: “No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia, y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.”
La actitud de María
Lc 1,26-38
Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a un pueblo de Galilea, llamado Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David. La virgen se llamaba María. Cuando entró, le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Ella se conturbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo.
Permanecer en la Palabra del Señor
Jn 8,31-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: “Si os mantenéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.” Ellos le respondieron: “Nosotros somos descendencia de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?”
La fe en Jesús
Jn 8,21-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: “Yo me voy y vosotros me buscaréis, pero moriréis en vuestro pecado. Vosotros no podéis ir adonde yo voy.” Los judíos se decían: “¿Pensará suicidarse? ¿Pues cómo que no podemos ir adonde él va?” Pero Jesús replicó: “Vosotros sois de abajo; yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no soy de este mundo. Ya os he dicho antes que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados.”
El que esté sin pecado, que tire la primera piedra
Jn 8,1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al Monte de los Olivos. De madrugada se presentó otra vez en el Templo, y toda la gente acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles. Los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio; la pusieron en medio y le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?” (Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle.)
