Sana mi ceguera

Mc 10,46-52 

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, coincidió que el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: “¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!” Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”

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El santo sonriente

Fil 4,4-9

Lectura correspondiente a la memoria de San Felipe Neri 

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad siempre alegres. Y que todos conozcan vuestra clemencia. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera toda inteligencia, custodiará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.

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La generosidad de Dios

Sir 35,1-15

Observar la ley es hacer muchas ofrendas, guardar los mandamientos es hacer sacrificios de comunión. Devolver un favor es hacer oblación de flor de harina, hacer limosna es ofrecer sacrificios de alabanza. Apartarse del mal es complacer al Señor, un sacrificio de expiación es apartarse de la injusticia. No te presentes ante el Señor con las manos vacías, pues así lo prescriben los mandamientos.

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El gran evangelizador

Después de las meditaciones sobre el Espíritu Santo, retomamos ahora nuestras acostumbradas reflexiones en base a las lecturas bíblicas del día. Espero que se hayan unido algunos nuevos oyentes, gracias a las últimas publicaciones en YouTube. A lo largo del año, con diversas ocasiones, podríamos preparar series de meditaciones similares a esta preparación para Pentecostés. Por lo demás, tengo pensado –de ser posible– grabar una vez al mes una conferencia con un tema espiritual para el canal de YouTube (Elijerusalem).

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El verdadero guía de la misión

Hch 16,1-10

En aquellos días, Pablo llegó a Derbe y Listra, donde había un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de mujer judía creyente y de padre griego, que contaba con el testimonio de los hermanos de Listra e Iconio. Pablo quiso que marchara con él. Se lo trajo y le circuncidó a causa de los judíos de aquellos lugares, porque todos sabían que su padre era griego. Conforme atravesaban las ciudades, les entregaban, para que las observasen, las decisiones dictadas por los apóstoles y los presbíteros de Jerusalén. Las iglesias se robustecían en la fe y aumentaban en número día a día.

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Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando

Hoy tendremos dos meditaciones, relacionadas entre sí. La primera corresponde al evangelio del día; y la segunda, a un pasaje del “Mensaje de Dios Padre” a Sor Eugenia, como solemos hacerlo el día 7 de cada mes.

Jn 15,12-17 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Éste es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros, en cambio, os he llamado amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he hecho conocer. 

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Aspectos del seguimiento

Jn 15,9-11

Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo llegue a plenitud.»

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Dios es nuestro verdadero hogar

Lc 9,57-62

Lectura correspondiente a la memoria de San Gotardo

En aquel tiempo, mientras iban caminando, uno le dijo a Jesús: “Te seguiré adondequiera que vayas.” Jesús replicó: “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.” Dijo a otro: “Sígueme.” Pero él respondió: “Déjame ir primero a enterrar a mi padre.” Replicó Jesús: “Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú vete a anunciar el Reino de Dios.” Hubo otro que le dijo: “Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.” Replicó Jesús: “Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.” leer más

Es preciso que entremos en el Reino de Dios a través de muchas tribulaciones

Hch 14,19-28 

En aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio que sedujeron a la muchedumbre, de modo que apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad creyéndole muerto. Pero rodeado de los discípulos se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente marchó con Bernabé a Derbe. Después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y hacer numerosos discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, confortando los ánimos de los discípulos y exhortándoles a perseverar en la fe, diciéndoles que es preciso que entremos en el Reino de Dios a través de muchas tribulaciones. 

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Fidelidad a la Tradición

1Cor 15,1-8

Hermanos, quiero traeros a la memoria el Evangelio que os prediqué, que habéis recibido y en el que permanecéis firmes; y el que os salvará, si lo guardáis tal como os lo prediqué. Si no, ¡habríais creído en vano! En primer lugar os transmití lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce; que después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los que todavía la mayor parte viven, aunque otros ya murieron. Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles. Y en último término se me apareció también a mí, que soy como un aborto.

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