Jesús es la piedra angular

Mt 21,33-43.45-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “Escuchad otra parábola. Había un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos.

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Retorcido es nuestro corazón

Jer 17,5-10

Esto dice el Señor: “Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor. Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará en un árido desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto.

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Lecciones del Señor

Mt 20,17-28

En aquel tiempo, cuando iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomó aparte a los Doce y les dijo por el camino: “Ya veis que subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos, para burlarse de él, azotarle y crucificarlo. Y al tercer día resucitará.”

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Una confesión adecuada

Dn 9,4b-10 

“¡Señor, Dios grande y terrible, que mantienes la alianza y la fidelidad con los que te aman y cumplen tus mandamientos! Hemos pecado, hemos cometido iniquidades y delitos y nos hemos rebelado, apartándonos de tus mandamientos y preceptos. No hemos escuchado a tus siervos los profetas que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros antepasados y a toda la gente del país.

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No tener miedo a las pruebas

Gen 22,1-2.9a.10-13.15-18

En aquellos días, Dios puso a prueba a Abraham. “¡Abraham!” -le dijo. Él respondió: “Aquí estoy”. Después añadió: “Toma a tu hijo, a tu único, al que amas, a Isaac; vete a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré”. Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.

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Alianza con Dios

Dt 26,16-19

Moisés habló al Pueblo diciendo: “En este día Yahvé tu Dios te manda practicar estos preceptos y estas normas. Guárdalas y practícalas con todo tu corazón y con toda tu alma. Hoy has elegido al Señor para que él sea tu Dios y tú vayas por sus caminos, observes sus mandatos, preceptos y decretos, y escuches su voz.

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Dios quiere perdonar

Ez 18,21-28

Esto dice el Señor Dios: “Si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá. Ninguno de los crímenes que cometió se le volverá a recordar; vivirá a causa de la justicia que ha practicado. ¿Acaso me complazco yo en la muerte del malvado –oráculo del Señor Yahvé—y no más bien en que se convierta de su conducta y viva?

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No tengo otra ayuda fuera de ti

Est 4, 17k.17l-m.17r-t 

En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel: “Señor mío, único rey nuestro. Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro. Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre todos sus antepasados, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido.

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