“La doncella de Orléans – Parte 6: El ejército del Cordero

 

En la meditación de ayer, terminamos con la firme certeza de que Santa Juana de Arco, junto con toda la Iglesia Celestial, se apresurará a reunir un ejército espiritual para luchar conscientemente contra las amenazas anticristianas inmanentes y ya existentes. Me gusta llamarlo “el ejército del Cordero”.

El solo término ya deja en claro que se trata de la “Esposa de Cristo”. Es el ejército del Rey del cielo y de la tierra y sus guerreros son aquellos “que siguen al Cordero a dondequiera que vaya” (Ap 14,4).

leer más

La doncella de Orléans – Parte 5: Santa Juana de Arco y la amenaza anticristiana

Una de nuestras grandes intenciones es que la figura y la misión de Santa Juana de Arco sean correctamente entendidas, para que Dios, que la llamó, reciba la alabanza que le es debida, y ella, que cooperó en su plan de salvación, sea honrada como merece. Juana de Arco es un gran don del Señor y es ciertamente una de las criaturas más encantadoras salidas de la mano de Dios.

leer más

La doncella de Orléans – Parte 4: Epílogo

 

Las últimas tres meditaciones, se las hemos dedicado a Santa Juana de Arco. Nosotros, como comunidad, rezamos cada día pidiendo que se nos conceda comprender aún mejor su misión y que su honor sea plenamente restituido.

¿Por qué pedimos eso? Muchas veces Santa Juana no ha sido comprendida adecuadamente. No se podía imaginar que Dios intervendría de esta forma en el curso de la historia, y que, a través de una jovencita, podría dar un giro tal a la situación de guerra. Muchas veces, sigue en pie hasta hoy esta incomprensión…

leer más

“La doncella de Orléans” – Parte 1: El llamado

A partir de hoy, saldremos por algunos días del marco habitual de nuestras meditaciones diarias sobre la Palabra de Dios. Puesto que en este año la Solemnidad del Corpus Christi cayó en el día 30 de mayo, en que normalmente se celebra la memoria de Santa Juana de Arco, queremos dedicar las meditaciones de los próximos días a contar la historia de esta extraordinaria santa. La “doncella de Orléans” es patrona de nuestra comunidad y desde hace muchos años nos acompaña en nuestro camino con el Señor. Nos gusta llamarla nuestra “hermana predilecta”.

leer más

Novena de Pentecostés – Día 9: “El Esposo de las almas”

Si en las últimas meditaciones hemos llegado a conocer y amar al Espíritu Santo como Amigo y Custodio de nuestras almas, queremos hoy contemplarlo como el Esposo de nuestra alma.

Todas las expresiones del amor en el ámbito humano tienen su punto de partida en Dios mismo. Así, podemos hacer esa bella comparación, considerando al Espíritu Santo como el Esposo que corteja nuestra alma.

leer más

Novena de Pentecostés – Día 8: “El custodio de nuestras almas”

Una vez que le hayamos abierto las puertas al Espíritu Santo para que desplieguen en nosotros sus dones, llegaremos a conocerlo como el “Custodio de nuestras almas”. También podríamos llamarlo el “Guardián del tesoro”, porque, en efecto, nuestra alma es el gran tesoro que nuestro Padre nos ha confiado, que el Cordero de Dios ha comprado con su sangre para liberarlo del cautiverio (1Pe 1,18-19) y que el Espíritu Santo quiere iluminar y hacer florecer con gran poder.

leer más

Novena de Pentecostés – Día 7: “Amistad con el Espíritu Santo”

Para las tres Personas de la Santísima Trinidad, es una alegría estar con nosotros, más aun, morar en nosotros e iluminarnos con su luz divina. Esto cuenta también para el Espíritu Santo, que nos concede sus siete dones para guiarnos por el camino de la santidad.

Si seguimos su guía, los frutos del Espíritu Santo crecerán en nuestra vida y nuestro Padre se complacerá sobremanera en ellos. Sólo tenemos que imaginarnos cuán maravilloso es para nosotros mismos encontrarnos con alguien en quien han madurado los frutos del Espíritu Santo. “Los frutos del Espíritu son: la caridad, el gozo, la paz, la longanimidad, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre, la continencia” (Gal 5,22-23).

leer más

Novena de Pentecostés – Día 6: “El Espíritu Santo y María”

 

Si la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles en Pentecostés marca la hora del nacimiento de la Iglesia, entonces su descenso sobre María en Nazaret marca el inicio de la obra de la salvación (cf. Lc 1,35).

La Iglesia nos enseña que María fue preservada del pecado original en vista del Salvador que nacería de ella. Este es el dogma de la Inmaculada Concepción: que, por una gracia especial de Dios, la Virgen María mantuvo el estado de inocencia del Paraíso.

leer más