V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi (Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos)
R. Quia per Crucem tuam redemisti mundum (Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo).
Todo tiene que consumarse. Desde esta perspectiva, también podemos comprender la triple caída de Jesús. El mundo imperfecto y pecaminoso debía ser redimido en su totalidad.
La triple caída de Jesús nos recuerda a la triple negación de su amado discípulo Pedro.
Jesús lo tiene todo en cuenta, callando, escuchando a Dios, cargando el pecado de la humanidad y volviéndose a levantar bajo el peso de la cruz. Continúa su camino hacia la glorificación del Padre. Él cumplirá su misión por nosotros, los hombres, para que no perezcamos y para convertirse Él mismo en nuestro camino, verdad y vida.
leer más