“Cuando el hombre se justifica a sí mismo, Dios lo acusa. Cuando el hombre se acusa a sí mismo, Dios lo justifica” (San Francisco de Sales).
“Cuando el hombre se justifica a sí mismo, Dios lo acusa. Cuando el hombre se acusa a sí mismo, Dios lo justifica” (San Francisco de Sales).
“El Señor asegura los pasos del hombre, se complace en sus caminos; si tropieza, no caerá, porque el Señor lo tiene de la mano” (Sal 36,23-24).
“Sé primero un orante y después un orador” (San Agustín).
“En cuanto tengamos el verdadero deseo de amar, ya habremos empezado a amar” (San Francisco de Sales).
“Vuestra medida no son las sombras; sino el fuego de mi amor” (Palabra interior).
“Sé vigilante, pero sin miedo; sé valiente, pero sin ligereza; sé recogido, pero a la vez activo” (Palabra interior).
“Las grandes ocasiones de servir a Dios son poco frecuentes; las pequeñas, en cambio, se nos presentan constantemente” (San Francisco de Sales).
“Confiad en mí con una confianza que os transforma y a la cual no podré resistir. Entonces yo perdonaré vuestras faltas y os colmaré de las mayores gracias” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).