«He venido a traer la paz con esta “obra de amor”» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Nuestro Padre se refiere aquí a la verdadera paz: paz con Él, con los demás y con nosotros mismos.
«He venido a traer la paz con esta “obra de amor”» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Nuestro Padre se refiere aquí a la verdadera paz: paz con Él, con los demás y con nosotros mismos.
«¿Qué otra meta puedo aspirar con esta obra de amor sino encontrar corazones que me comprendan?» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
«Confía en mí sin límites y experimentarás día tras día el milagro de mi guía» (Palabra interior).
«Vive en intimidad conmigo, ámame y escúchame, y entonces todo saldrá bien» (Palabra interior).
«¡Mira hacia adelante y prepárate!» (Palabra interior).
«Si tu corazón me pertenece notarás hasta la más mínima desviación. ¡Y eso es bueno!» (Palabra interior).
«También vosotros, que no conocéis otra religión que aquella en la que nacisteis y que no es la religión verdadera, abrid los ojos: ¡Aquí está vuestro Padre!» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
«Si estos y aquellos lo lograron, ¿por qué yo no?» (San Agustín).
Hace unos días me encontré esta frase de san Agustín como introducción a la Solemnidad de Todos los Santos en un antiguo Misal.
«Cada día transcurrido en tu ritmo de vida es sumamente valioso» (Palabra interior).
«Sabéis muy bien que nuestro querido Señor no se fija tanto en la grandeza de nuestras obras, ni siquiera en su dificultad; sino en el amor con que las realizamos» (Santa Teresita del Niño Jesús).