“Sé vigilante, pero sin miedo; sé valiente, pero sin ligereza; sé recogido, pero a la vez activo” (Palabra interior).
“Sé vigilante, pero sin miedo; sé valiente, pero sin ligereza; sé recogido, pero a la vez activo” (Palabra interior).
“Las grandes ocasiones de servir a Dios son poco frecuentes; las pequeñas, en cambio, se nos presentan constantemente” (San Francisco de Sales).
“Confiad en mí con una confianza que os transforma y a la cual no podré resistir. Entonces yo perdonaré vuestras faltas y os colmaré de las mayores gracias” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
“Haré de tu corazón un trono de mi gloria y de mi misericordia” (Palabra interior).
“Los hombres tienen que conocerme mejor. Necesitan la llave de David para abrir la puerta de mi corazón, esa llave que mi Hijo obtuvo y concedió a toda la humanidad” (Palabra interior).
“Es necesario que sea conocido, amado y honrado por los hombres, para que, después de haberlos creado, pueda yo ser su Padre, luego su Salvador y finalmente la causa de su felicidad eterna” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
“Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien también hizo el universo” (Hb 1,1-2).