“Nada disgusta tanto a Dios como la falta de misericordia” (San Juan Crisóstomo).
En la meditación de hoy, saldremos un poco del marco habitual de los “3 Minutos para Abbá” y escucharemos –para gloria de Dios– un extracto del testimonio de conversión de Roy Schoeman, que creció como judío y en un momento de su vida recibió la gracia de conocer al Señor y de encontrar la Iglesia Católica. Lo que escucharemos a continuación tiene una conexión espiritual con la meditación de ayer:
“Puesto que yo he creado el hombre, tiene que vivir de mí. Mi amor le da la vida en cada instante” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio). leer más
“Los dones y la vocación de Dios son irrevocables” (Rom 11,29). leer más
“Que el mundo entero proclame tu bondad paternal y tu divina misericordia” (de la oración de la Madre Eugenia Ravasio “Dios es mi Padre”).
“Aférrate a mí siempre y adéntrate en lo más profundo de tu interior. Allí estoy yo presente” (Palabra interior).
“Cuanto más amor a Dios reine en una persona, menos poder tendrá la injusticia sobre ella” (San Agustín).
“Sobre todo cuando se oscurece el cielo de mi alma y mi cruz se vuelve más pesada, siento la necesidad de repetirte: ¡Padre, creo en tu amor hacia mí!” (de la oración de la Madre Eugenia Ravasio “Dios es mi Padre”). leer más
“Padre mío que estás en el cielo, ¡cuán dulce y suave es saber que tú eres mi Padre y que yo soy tu Hijo!” (de la oración de la Madre Eugenia Ravasio “Dios es mi Padre”).